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Venecia lanzará a partir de junio una iniciativa que permitirá a los venecianos y a los trabajadores de la isla acceder con prioridad antes que los turistas en los barcos que recorren los distintos canales.
Se trata de una medida que, según el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, busca "salvar la ciudad y hacerla más habitable para sus ciudadanos", informó el diario La Reppublica.
Los residentes y trabajadores venecianos que viven o frecuentan el centro histórico gozarán de prioridad, exhibiendo previamente una tarjeta especial. En los distintos embarcaderos habrá dos filas, una para los venecianos y otra para los turistas que deberán esperar su turno. El experimento está previsto que se ponga en marcha a partir de junio y afectará a ocho estaciones: tres a lo largo del Gran Canal -Santa Chiara, la estación ferroviaria de Santa Lucia y Rialto-, San Marco, las paradas de las islas de Lido, Murano, Burano y la de Punta Sabbioni.
"Un trabajador que sale de una vidriería de Murano después de ocho horas de trabajo o una madre que corre para recoger al hijo de la guardería deben poder utilizar los barcos sin encontrarse con excursiones o sin correr el riesgo de llegar tarde", afirmó Brugnaro.
"No se trata de una medida discriminatoria, sino de permitir que Venecia funcione mejor", agregó.
No es la primera vez que la Ciudad de los Canales pone en marcha una iniciativa similar, aunque en anteriores ocasiones sin éxito.
En 2007, el entonces alcalde Massimo Cacciari intentó facilitar un barco solo para venecianos, mientras que hace tres años Giorgio Orsoni estudió la posibilidad de crear acceso prioritario para los residentes en la parada de Rialto, pero finalmente renunció al proyecto al comprobar que no había espacio suficiente para llevarlo a cabo.