En el condado de Shilin, al sudoeste de China, un paisaje rocoso sorprende por sus formas: es el Bosque de Piedra que crea un laberinto donde fue posible trazar senderos y perderse en la calma.
Como en todo lugar fantástico, aquí también hay una leyenda. En la región nació Ashima, una hermosa joven yi (etnia de China) que, tras enamorarse, se le prohibió casarse con el pretendiente elegido. La joven se convirtió en una gigantesca piedra en la que su espíritu habita hasta el día de hoy.
Se calcula que los pináculos de piedra caliza tienen más de 270 millones de años de antigüedad y alcanzan alturas de 30 metros. Además de los senderos, el viajero encuentra a su paso ríos subterráneos, cuevas, pasadizos y puentes. A estas rocas, incluso, les han encontrado formas de personas y animales; en algunas de sus paredes se grabó caligrafía china, aunque de más reciente elaboración.
Para poder llegar al Bosque de Piedra hay que tomar una excursión en autobús que parte de la ciudad de Kunmming. La región cuenta con infraestructura hotelera.