Un refugio moderno al calor del desierto, con vistas alucinantes al mar, es el nuevo JW Marriott Los Cabos. La cocina gourmet y el apapacho constante hacen las horas imperceptibles en su interior. Se ubica a 15 minutos en auto desde San José del Cabo.
La hipnosis comienza apenas al cruzar la puerta de entrada. El intenso azul del mar, que contrasta con la arena y la vegetación desértica, es su principal recurso. Los techos altos y los espacios amplios brindan sensación de frescura. Reinan los tonos terrosos y claros, confrontándose con el marrón de los decorados.
El Café Des Artistes es la joya culinaria de la propiedad, del multigalardonado chef Thierry Blouet. Lo mejor de la gastronomía nacional se encuentra con la alta cocina francesa. La otra aportación del chef son los mezcalinis, cocteles de creación suya, preparados con mezcal; se sirven en el P’yote Rooftop Bar, situado en la terraza. También hay un restaurante buffet, un snack bar, dos bares y una cafetería.
Pero es en el spa donde el huésped se olvida de todo. Asiste a una ceremonia de temazcal, esta vez en una versión contemporánea y de lujo. La finalidad es la misma: encontrar armonía entre cuerpo y espíritu. Un circuito de hidroterapia lo espera. Se sumerge en el agua caliente del jacuzzi y después en agua helada. Al principio no parece buena idea, pero al final la sensación es demasiado placentera y la piel lo agradece. Al final, toma un masaje relajante. El aroma de los aceites y la tranquilidad provocarán que no se quiera ir nunca.
Web: www.jwmarriottloscabos.com.