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Cárcamo de Dolores
Pocos saben que en el Bosque de Chapultepec se encuentra una gigantesca obra de arte de Diego Rivera. Se trata de la Fuente de Tláloc. El dios de la lluvia fue hecho en mosaico y colocado sobre un espejo de agua para custodiar el acceso de la sala interactiva del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental. En el interior, del que fuera por muchos años la principal fuente de agua dulce de la ciudad y el spa personal del emperador Moctezuma, se encuentra el mural El agua, origen de la vida, en el que presenta los distintos usos del agua y hace un homenaje a los trabajadores, ingenieros y arquitectos que participaron en la construcción del cárcamo. Son en total 200 metros cuadrados. Para ver la obra completa sube al mirador, mientras escuchas el paso de agua con la instalación sonora de Ariel Guzik, Cámara Lamndoma, la cual utiliza diferentes instrumentos de medición atmosféricos y acuáticos para interpretar las ondas del agua del Sistema Lerma, así como las del viento, y crear diferentes ritmos y sonidos.
Avenida Rodolfo Neri Vela, Bosque de Chapultepec, segunda sección. Entre el Museo del Papalote y Museo de Historia Natural.
Malteadas Alterntivas Chomp Chomp
Apapáchate con los pecados comestibles de esta postrería. Los sabores de las malteadas te dejan con la boca abierta, salivando y lista para saborear una mezcla de aguacate con romero, arroz con leche o pay de limón, solo por mencionar algunas. Como toda malteada, su base indispensable es una generosa bola de helado de vainilla que la hace espesita. Cada mes hay un sabor especial.
Todos los días el horno trabaja para sacar galletas suavecitas. Te recomendamos la “monster”, con masa de vainilla, nutella, chocolate blanco y oscuro. Decórala con nuez y pistache. ¿Se te antojó? Eso no es todo, también hay de “red velvet”, chocolate blanco con zarzamora o pera con romero. Los precios de las malteadas van desde los 50 pesos y las galletas desde 25. En Río Ebro 89.
Fiebre de Malta
Podrás llegar siendo un principiante, pero sales siendo todo un experto en cervezas artesanales. Este bar presume de tener la barra de cerveza de barril más grande de Latinoamérica. Para comprobarlo, basta decir que tiene una línea de 24 tomas de cervezas; la mayoría nacionales, pero el local no le hace el feo a las importadas. Para instruirte, cada cerveza tiene una tarjeta que muestra sus características, desde el origen hasta el porcentaje de alcohol, y una sugerencia de alimentos para maridar. Las tostadas de aguachile van bien con una Hoegaarden, blanca, de trigo y de origen belga. La oferta culinaria también incluye platillos como enchiladas de mole de jamaica y fish and chips. Abierto todos los días a partir de las 12. En Río Lerma 156.
Mirador del Monumento de la Independencia
Para todos es nuestro Ángel, pero su nombre real es Monumento a la Independencia. Esa columna de acero, recubierta con cantera de Chiluca, conserva en su interior 200 escalones que nos llevan a los pies de la Victoria Alada, escultura bañada en hoja de pan de oro que simboliza nuestra Independencia y marca el fin del monumento. Hoy, llegar al mirador es todo un privilegio, principalmente porque después de muchos años fue reabierto al público. El acceso al mausoleo es gratuito. Sin embargo, para ascender es necesario tramitar un permiso ante el departamento de Patrimonio Cultural de la delegación Cuauhtémoc. Debes llenar una solicitud y presentar original y copia de una identificación oficial. En 10 minutos el permiso estará listo. Si tienes alguna duda, comunícate al teléfono 2452 3100. Toma en cuenta que el permiso solo es para un ascenso y, si quieres repetir, deberás tramitar otro. El monumento está abierto todos los días de 10 a 18 horas; la última visita al mirador es a las cinco de la tarde. Por seguridad, solo pueden subir seis personas cada 15 minutos.
Fusión, Casa de Diseñadores
Lo que antes era conocido como Bazar Fusión, ahora es una meca fija de creativos independientes que le hacen a uno sangrar, de vez en cuando, los bolsillos. Planear las compras te tomará recorrer tres pisos de una casona con tiendas como Algarabía y sus “chingonarios”, Giralambres con sus anillos retorcidos, Mal de Amores para encontrar el muñequito que quita la soledad, o los zapatos bordados a mano de Manuel Sekkel. En el andar despiadado por las compras encontrarás algunas exposiciones de arte, conciertos y muestras gastronómicas. Abre de martes a domingo de 11 a 20 horas. Londres 37.
Casa Estudio Luis Barragán
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 2004. Sigue intacta después de que su creador, el arquitecto Luis Barragán, falleciera en 1988. El espacio invita a recorrerla en un silencio profundo para apreciar cada detalle, desde los colores hasta el juego de luz natural que toca los muros. El paseo empieza por la portería, que funciona como antesala para preparar los sentidos. El camino sigue hacia el vestíbulo de rosa y su escalera de piedra volcánica, siempre emulando los ascensos de un basamento prehispánico; luego al comedor, la estancia y la biblioteca. El laberinto de color sigue al taller, a un patio y al jardín. En el segundo piso están las habitaciones y la recámara principal con su vestidor, donde se descubre la pasión religiosa de Barragán: una terraza que conecta al cielo. Es indispensable programar la visita. General Francisco Ramírez 12-14, Ampliación Daniel Garza.
A las pirámides
Escapa a Teotihuacan a bordo del Turibús. A veces se visita la casa de la ‘Morenita' y en otras la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, antes de partir a las pirámides. Después de recorrer la zona arqueológica hay una comida buffet. El paseo termina en un taller de artesanías en obsidiana. Precio: 900 pesos por adulto, y 500 por niño. Incluye alimentos.
La Especial de París
En los 30, era un carrito con ruedas de baleros y dos tinas de madera con helado de vainilla y nieve de limón, que deambulaba por los alrededores de Reforma. Hoy, tienen un local fijo y el mejor lugar sigue estando en la barra, junto a la nevera que funciona como mostrador. El sabor estrella es de vainilla, preparado con las vainas naturales de Veracruz. Pero es mejor dejarse empalagar por las recomendaciones de los propietarios. Como ese llamado exprés: dos bolas, una de cardamomo y otra de almendra, se sumergen en un espresso con amaretto y chocolate. O, ¿qué tal el ahogado? De trufa y avellana, bañado con rompope, almendras y nueces. En Insurgentes 117, local B, entre Antonio Caso y Sullivan. Abren los 365 días del año.
Hot Dog Ramírez
Empezaron en un food truck. Los 22 centímetros de largo que tienen sus panes fueron tan aclamados que tuvieron que buscar un lugar fijo. Desde el mediodía, el aroma de sus tres tipos de salchichas: frankfurt, de ternera y asadera, se esparce como atrayente por toda Avenida Chapultepec. Éstas se sirven en cualquiera de sus cinco panes hechos por ellos mismos: rústico, finas hierbas, parmesano, semillas y medianoche artesanal. Después se pone lo que uno quiera, desde jitomate hasta aceitunas negras. También hay especialidades, como el mexicano, con salsa costeña, lluvia de tortillas y guacamole, o el chilli bean, de carne molida, frijoles, cinco chiles, canela y chocolate. Hay hot dogs para veganos. Sus aguas de jamaica con romero y canela o de coco con jengibre, son un buen acompañante. Postres: brownies de caramelo y pay de manzana. Combos desde 59 pesos. En Avenida Chapultepec 530. www.hotdogramirez.com
Un día con Frida y Diego
La Casa Azul, fortaleza donde Frida Kahlo hizo travesuras de pequeña y escondió los dolores que le dejaron la polio y un accidente automovilístico, está unida al Anahuacalli, construcción que Diego Rivera diseñó para resguardar su colección de 59 mil piezas prehispánicas, aproximadamente, y que después de 23 años se concluyera, aunque sus ojos ya no alcanzaran a verla. El responsable de enlazar a la pareja dos veces casada, es el Fridabus. El recorrido consiste en visitar los dos museos en un sólo día (sábado o domingo) y por un sólo precio (130 pesos por persona). museoanahuacalli.org.mx