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viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx
Pasear por calles iluminadas, contemplar torres y hasta visitar centros comerciales de noche se han convertido en una tradición que marca la llegada de la temporada invernal en Tokio. Este espectáculo de colores ya inició y se apagará hasta los primeros días de 2016.
Baccarat
La marca de artículos de cristal de lujo celebra su 250 aniversario, con un árbol de 10 metros de altura. Fue colocado debajo de un candelabro de espejos, iluminado con 410 luces. Es el más grande de la marca en todo el mundo.
Una larga alfombra roja —que cruza el jardín Yebisu, en el barrio de Ebisu— lleva a los curiosos hasta el árbol navideño. El jardín está dentro de una antigua cervecería.
Tokyo Dome City
El complejo, en el barrio Shinjuku, alberga el estadio más grande de Japón, restaurantes y una montaña rusa que se ilumina con 2.2 millones de luces LED. Este paisaje futurista muestra un lago con cisnes, un bosque de cerezos y esferas gigantes rodando por todos lados. El acceso es gratuito y se puede disfrutar de una función de cine al aire libre. Las luces se encienden desde las cinco de la tarde hasta la una de la mañana.
Árboles dorados
Naka-Dori, la calle estrecha del barrio Marunouchi, cobra vida cuando sus árboles se iluminan con luces doradas.
La pasarela es frecuentada por parejas, atraídas por su ambiente romántico y porque ahí mismo se instala una pista de hielo.
Caretta Shidome
Un rascacielos, compartido entre oficinas, tiendas, restaurantes y un museo dedicado al mundo de la publicidad, diseñó un bosque de árboles de Navidad gigantes en tonos azules. La instalación hace alusión a los océanos.
Muy cerca queda la Torre Tokyo, que también fue iluminada, pero con los colores de la famosa Hello Kitty.