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Reikiavik, al sur de Islandia, es una región bendecida por la naturaleza. Un baile de colores se festeja en su cielo de septiembre a marzo. Son las auroras boreales que hipnotizan a turistas, dispuestos a viajar a la gélida región. Su contemplación es la actividad más exótica que puede ofrecer un hotel. El destino está lleno de sibaritas.

Un grupo de aficionados a la observación de las luces enigmáticas ha creado una nueva forma de admirar el fenómeno natural: flotando sobre aguas termales y escuchando las armonías del post-rock.

Cuando las primeras auroras se hacen visibles, que puede suceder entre las 11 de la noche y las dos de la madrugada, el viajero se despoja de la bata de baño para hundirse en las aguas termales de Secret Lagoon, en el pueblo de Fludir, a una hora de carretera desde Reikiavik.

Los cazadores de luces se equipan con un casco y unas tobilleras de espuma que les permiten flotar. Después, se sumergen en el agua, a 40° C, para alcanzar un estado de relajación total.

Con los ojos clavados en el cielo y el vapor elevándose alrededor de la piscina natural, llega el momento de activar el sistema de audio acuático. Desde el fondo del lago, suenan las melodías de Sigur Rós, banda islandesa que musicalizó la temporada 4 de Game of Thrones.

La agrupación se caracteriza por ensamblar armonías, ritmos y voces, que los expertos en el género han llamado “el canto de las sirenas”.

La música acompaña la danza de las auroras boreales en una noche a menos 18° C y transporta al observador a una fase de relajación y equilibrio espiritual. La experiencia se apoya de terapeutas, quienes dan masajes de cuello, brazos y piernas, mientras el cuerpo reposa inerte en el agua.

Después de una hora se retiran de la piscina para descansar en una habitación acondicionada con chimenea. La cena es un banquete de quesos y pan de centeno.

Si aún hay luces en el cielo, se realizan caminatas en compañía de un fotógrafo para capturar el momento. Su puede dormir en una tienda de campaña instalada muy cerca de un géiser.

El complemento perfecto

A la mañana siguiente, los viajeros siguen su ruta por el Círculo Dorado, que contempla una visita al Parque Nacional Skaftafell.

El sitio es un laberinto de cavernas de hielo formadas por el derretimiento de glaciares, cuya belleza se admira entre las burbujas atrapadas en paredes y techos. Además, el paso de la luz solar hace que el interior se ilumine en tonalidades azules.

Los guías, expertos en espeleología, saben cuál es la zona segura para dormir dentro de la cueva; los desprendimientos de hielo ocurren a cualquier hora del día.

El viaje puede extenderse para perseguir auroras en la región volcánica de Reykjanes, desde el hotel Northern Light Inn. Un salón con techo de cristal se acondiciona para reunir a los huéspedes alrededor de una chimenea, mientras esperan que aparezcan las luces. El plus consiste en un baño de agua termal en la Laguna Azul.

DATOS ÚTILES

Cuánto cuesta

260 euros por persona. Se requiere un mínimo de dos integrantes para realizar la actividad. Incluye traslados desde Reikiavik, masajes y cena.

Si el viaje se complementa con la visita a las cuevas de hielo y la zona volcánica, su precio aumenta 400 euros por persona.

La temporada finaliza el 1 de abril, pero la actividad de flotar continúa para observar el Sol de Medianoche, cuando el astro rey está visible las 24 horas.

Web: www.floatingtours.com

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