La sede de importantes empresas tecnológicas se ha convertido en el Silicon Valley del este. La capital canadiense es una de las urbes con mayor nivel educativo y calidad de vida. Urban trendy eco friendly, buena parte de su encanto reside en su relajado estilo provinciano y en la cálida hospitalidad de sus habitantes.

PARA CONOCER
National Gallery of Canada. El mejor en su estilo; interesante tanto por su arquitectura como por su patrimonio artístico, con obras de Dalí, Matisse, Monet, Bacon y Rodin.

Byward Market. Animado e histórico barrio. Su ambiente gira alrededor del emblemático mercado homónimo, uno de los más grandes y antiguos de Canadá.

Colina del Parlamento. Corazón de la capital. Destaca el monumental edificio de estilo neogótico rodeado de jardines. Un imperdible: ver el cambio de guardia a las 10 en punto.

Canal Rideau. Es Patrimonio de la Humanidad y uno de los sitios predilectos entre locales y turistas. Durante el verano es un must el recorrido por sus canales. En invierno es de los spots más concurridos para patinar y asistir a eventos culturales de gran calidad, como el Festival Winterinterlude.

Bytown Museum. Ideal para quienes desean saber más sobre la historia local.

Notre Dame. Catedral de la ciudad, notable ejemplo de la arquitectura neogótica.

Major’s Hill Park. Perfecto para un relajante paseo. Desde aquí se consiguen bonitas vistas del centro y del río Ottawa.

Distrito Rideau. Tiendas de artesanías, boutiques, terrazas y pequeños cafés lo convierten en un place to be para el shopping.

Centro Ecuestre de la Guardia Montada. Toda una institución local. Mi recomendación: el espectáculo musical y el tour por el museo y los establos.

PARA DORMIR
Fairmont Chateau Laurier. Emblemático setting, réplica de un castillo francés. Clase y servicio que no defraudan. Family friendly. Buena oferta culinaria. 1 Rideau Street. www.fairmont.com

PARA COMER
Beckta. Cocina de autor. Romántico y elegante, instalado al interior de histórico inmueble. Platillos de impecable presentación y sabor con productos orgánicos de temporada. Gran carta de vinos. 150 Elgin Street.

Signatures. Cocina francesa. Dentro de señorial mansión victoriana. Insumos locales y clásicos guisos galos con un twist de vanguardia. Extensa cava, de las mejores en la ciudad. 453 Laurier Avenue East.

Trattoria Caffe Italia. Cocina italiana. Cálido y relajado establecimiento de operación familiar. Sabores auténticos, bien logrados, con sazón consistente. Equilibrado costo-beneficio. 254 Preston Street.

Wilfrid’s. Cocina contemporánea. Refinado y acogedor, en el Fairmont. Menú que cambia con frecuencia. Buffet de desayuno y brunch dominical, un must. 1 Rideau Street.

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