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“Divina Belleza de Van Gogh a Chagall y Fontana” es el título de la excepcional exhibición de arte que acaba de inaugurarse en el Palazzo Strozzi de Florencia y que permanecerá abierta hasta el 24 de enero del próximo año. Una exposición que estudia la estrecha relación entre el arte y la religión a través de las obras de más de 100 artistas de mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Además, representa la oportunidad de recorrer la capital toscana, una de las ciudades más hermosas y románticas, símbolo del poder e influencia de los Medici, cuna del Renacimiento y antigua sede del reino de Italia.
PARA CONOCER
Piazza del Duomo. El corazón de Florencia es un monumental conjunto que integra la Basílica de Santa María del Fiore, el Baptisterio de San Juan, el Campanario de Giotto y la Logia del Bigallo.
Mercato Centrale. Recién renovado, a unos pasos del Duomo, colorido y animado place to be para una experiencia sensorial.
Piazza della Signoria. De las más ambientadas; son imperdibles el Palazzo Vecchio y la imponente Galería de los Uffizi (una de las pinacotecas más ricas e importantes del mundo).
Santa Croce. Barrio de origen medieval, donde vale la pena recorrer la basílica homónima (frescos de Giotto) y la Iglesia de Santa María Novella.
Ponte Vecchio. Icono de la ciudad desde donde se accede al pintoresco barrio de Oltrarno, célebre por sus talleres artesanales y en el que merecen una visita el Palacio Pitti, los Jardines de Boboli, la Iglesia del Espíritu Santo y la Piazzale Michelangelo (la mejor vista de Florencia y sus alrededores).
PARA DORMIR
Villa Cora. Aristocrático y remozado palacio, convertido en romántico Relais & Chateaux a las afueras del centro histórico. Excelente restaurante (Il Pasha). Viale Machiavelli 18. www.villacora.it
PARA COMER
Enoteca Pinchiorri. Cocina italiana. De mis predilectos en Florencia por su refinado ambiente, cocina constante y honesta, espectacular cava y servicio que no defrauda. Via Ghibellina 87.
Il Palagio. Cocina italiana contemporánea. Clase y elegancia al interior del hotel Four Seasons. De visita obligada para paladares viajados. Must: menú degustación y brunch dominical. Borgo Pinti 99.
L’Osteria di Giovanni. Cocina regional. Aunque algo escondido y old fashion, vale la pena por su sazón casera y sus porciones perfectas para compartir. Carta de vinos a la altura. Via del Moro 22.
Le Volpi e l’Uva. Cocina italiana. Concurrido wine bar y terraza muy cerca del Ponte Vecchio; perfecto para tomar una copa de vino antes de comer, probando embutidos y quesos artesanales. Piazza dei Rossi 1.
