Nueva York busca ir un paso más allá con el Lowline, que convertirá una antigua estación de tranvías en un vergel subterráneo que abrirá en 2018.

En plena aridez asfáltica del Lower East Side parece un espejismo, pero poco a poco va acercándose a la realidad este proyecto que dará la vuelta a un espacio creado en 1908 y olvidado desde 1948, que pretende llenar aproximadamente 4 mil 100 metros cuadrados de plantas, tecnología solar y sentimiento de comunidad. Será, a no ser que otra ciudad se adelante, el primer parque subterráneo del mundo.

En 2012 comenzó la campaña: se abrió una exposición mostrando las ideas aparentemente utópicas para recuperar el espacio adyacente a la estación de metro de Essex Street. La aceptación fue tal que el equipo de Lowline quiso alcanzar su sueño y un grupo de diseñadores e ingenieros de la casa RAAD puso manos a la obra.

El Lowline comenzó hace dos semanas una campaña de recaudación para dar el empujón a un proyecto que costará 60 millones de dólares, pero también sigue investigando en su laboratorio de ideas, que en septiembre hará una segunda exposición más avanzada, en la que mostrarán pequeñas muestras de la sensación tan especial que se producirá en este lugar.

Al estar bajo tierra, por supuesto, el primer reto que tienen es el de la luz, pero han desarrollado un sofisticado sistema de lo que llaman "claraboya a distancia".

Este sistema recoge la luz solar en la superficie y la deriva a un complejo laberinto de reflexión que la multiplica hasta generar prácticamente una sensación de luz natural a varios metros bajo el suelo y permitir, además a las plantas, árboles y césped realizar la fotosíntesis.

También contará con un sistema de ventilación que garantizará que el Lowline no deje de ser una salida a respirar aire limpio.

Desagradables compañeras
Al estar en los subterráneos de Nueva York y en los aledaños de un metro, es imposible no pensar en que, además de la explosión vegetal puedan venir unas no tan agradables compañeras: las ratas.

"Más de una persona nos ha preguntado por ellas. Pero hemos creado un sistema de aislamiento respecto a los túneles del metro, no solo por eso, sino para garantizar protegerlo también de los ruidos y crear un espacio seguro", explica la directora del proyecto, Robyn Shapiro.

El dato
Algunas celebridades, como Edward Norton, Diane Von Fürstenberg y Mark Ruffalo apoyan la propuesta.

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