Más Información
Claudia Sheinbaum dice que ni la oposición ni Corte ni medios los venció; “la línea es clara”, reitera sobre reforma judicial
Embajada de EU en México continúa capacitaciones a INM en migración; estamos orgullosos de apoyar, dice
De la Fuente alerta por tráfico ilícito de bienes culturales; Gobierno recupera 220 piezas arqueológicas
Reforma “ternurita”: Imjuve lanza campaña para promover elección judicial; “ellos nos salvarán del neoliberalismo”
ramon.trevino@clabsa.com.mx
Todo indica que el campeonato de la Fórmula Uno se disputará entre Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. El de Ferrai marcha como líder de pilotos. El de Mercedes, es segundo, a sólo 14 puntos.
La costumbre de ganar lleva a los volantes a desesperarse si los éxitos dejan de llegar. Como Vettel, que no ha podido coronarse desde su llegada al Cavallino Rampante, en 2014.
En esta campaña, las cosas sí marchan bien para el teutón, pero es consciente que el único que puede prohibirle de una nueva corona es Hamilton, y viceversa.
Para el Gran Premio de Austria, este fin de semana, las miradas se enfocarán en Seb y Lewis, tras ese par de impactos en el circuito de Bakú.
Después de la carrera, los pilotos se dijeron de todo. “Esto es para adultos”, arremetó el alemán. “Si quiere demostrar que es hombre, que lo haga cara a cara”, replicó el británico.
Las tensiones entre las estrellas de Fórmula 1 siempre dan emoción y morbo. Los aficionados del automovilismo tienen de qué hablar, mientras los profesionales miden su talento rumbo al final de temporada.
La rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt es una de las más emblemáticas. En 1976, el austriaco llegaba como campeón y listo para defender su corona con Ferrari. Pero el británico, recién incorporado a McLaren, tenía otros planes.
En la cuarta carrera de la temporada, en España, Hunt ganó su primer GP del año; dejó en segundo a Lauda. La polémica surgió cuando se descubrió que el bólido del inglés era 1.8 centímetros más ancho.
En el Gran Premio de Gran Bretaña, un roce de Niki con su entonces coequipero, Clay Regazzoni, provocó que el carismático británico también impactará con el otro Ferrari. James regresó a la pista para terminar primero, mas fue descalificado por protesta de los Cavallino Rampante.
Para la competencia en Alemania, el austriaco insistió a sus colegas en no correr Nurburgring, por el peligro de la pista. Diversos pilotos, entre ellos Hunt, aceptaron el reto.
Con el inglés de McLaren en la punta de la carrera, Lauda aceleró para alcanzarlo. Un fuerte accidente, que le dejó diversas quemaduras en el rostro, lo sacó de la justa.
El intenso piloto de Ferrari regresó a los circuitos y Hunt se coronó al término de 1976.
Para el final de la década de los 80, el brasileño Ayrton Senna y el francés Alian Prost dominaban la Fórmula Uno para McLaren. Sin embargo, no existía la amistad entre los pilotos.
Eso se evidenció en la última prueba de 1989. El sudamericano impactó con su compañero para impedirle el título mundial. Senna fue descalificado y Prost, campeón.
Para 1990, el francés firmó con Ferrari y, al final de temporada, en Japón, hubo otro choque. Ahora, Alian era el responsable y Ayrton el nuevo monarca.
Antes del nuevo milenio, Michael Schumacher tuvo tensiones con Mika Hakkinen. En el 2000, cuando Schumi superó la marca de 41 victorias de Senna, consumaron la paz.