Con apenas cuatro años en los saltos de altura y 32 de edad, Adriana Jiménez se llevó la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Budapest, el logro más importante de su carrera.
La seleccionada, quien se retiró de los saltos convencionales a los 19, le dio a México su segunda presea en la competencia.
“Estoy súper feliz. Esta temporada ha sido maravillosa para mí. La medalla se la dedico a mi país, mi familia y todas las personas que me apoyaron en este sueño”, dijo.
Jiménez ha padecido de todo en su carrera; lesiones, falta de apoyo e incluso burlas de quienes no consideran su especialidad como seria; pero ayer, desde la plataforma de 20 metros, demostró que está a la altura de las mejores del mundo al sumar 308.90 unidades que la llevaron al podio junto a la australiana Rihannan Iffland (320.70), ganadora de oro y la bielorrusa Yana Nestsiarava (303.95), tercer lugar.
Adriana protagonizó un último salto casi perfecto de dificultad 4 que recibió puntuación de 110, la máxima de toda la competencia sobre el Danubio que le permitió pasar de la cuarta a la segunda posición.
El logro conseguido ayer por la mexicana se suma al oro obtenido hace algunos días en la Serie Mundial realizada en Portugal. En su palmarés tiene también un metal argento en la Serie de Yucatán 2014.
Hasta ahora, Jiménez es la única mexicana que compite a nivel internacional en saltos de altura.
Como clavadista convencional Adriana compitió al lado de Jashia Luna en el Mundial de 2001, sin acceder al podio, posteriormente intentó clasificar a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 pero no lo consiguió, lo cual la orilló al retiro.
Diez años después decidió incursionar en los saltos de altura.
Hoy México podría sumar su tercer presea en Hungría cuando se dispute la final varonil con la participación de Jonathan Paredes y Sergio Guzmán.
La anterior fue una plata de Rommel Pacheco y Viviana del Ángel en sincronizados mixtos.