Adriana Díaz Reyes
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Semanas después de conseguir su bronce olímpico en Río de Janeiro, Ismael Hernández experimentó depresión; una incertidumbre por saber cuál sería su futuro tras la hazaña.
“Pensé, bueno, ya tengo mi metal, ya le cumplí a mi país y concreté mi sueño, ¿ahora qué? Fue entonces cuando decidí ser exitoso también en otra faceta de mi vida: la escuela”, comentó el pentatleta, quien el domingo viajará a la universidad de Duke para cursar una maestría.
El deporte y la escuela deben ir de la mano pues, según el seleccionado, muchos atletas de alto rendimiento terminan “manejando un taxi o en situaciones personales difíciles”.
“Gracias al deporte desarrollé la persistencia, perseverancia y disciplina; la parte académica me ayudó a ser mucho más analítico. Cuando se combinan ambos el éxito pasa”, agregó.
Ismael le dará una pausa a su carrera deportiva pues sabe que ésta tiene fecha de caducidad.
“Con la misma entrega y la misma pasión que le dediqué a conseguir mi medalla, ahora quiero graduarme con honores de mi maestría; ya en el 2019 comenzaré a pensar en retomar las competencias. Por ahora quiero desarrollar los cuatro pilares fundamentales en una persona: lo físico, académico, emocional y espiritual”.
Al morelense, de 27 años de edad, le impactaron unas declaraciones ofrecidas por el también pentatleta Óscar Soto.
“Él dijo que nadie te contrata por ser olímpico, si llegas a ofrecer tus servicios y les dices que fuiste a tres Juegos eso no te garantiza nada. Hay que poner los pies en la tierra y reconocer que si bien nos ha ido bien en lo deportivo, a veces es momento de invertir en otro tipo de cosas para que el día mañana no se repitan las historias de tristeza en el deporte mexicano. Si yo presento una solicitud de empleo puedo poner que soy economista y ganador de una medalla olímpica, algo nada fácil de conseguir”.
Aunque le dará prioridad a la escuela, Ismael seguirá entrenando para no perder forma física.
“La Universidad de Duke es un paraiso para las disciplinas colegiadas y el alto rendimiento. Actualmente, en lo deportivo está ranqueada entre las mejores 10 universidades del mundo; hay un equipo de esgrima, otro de natación y de atletismo con los cuales he estado en contacto para seguir entrenando”.
En mayo de 2019 Hernández espera estar graduado.
“Ya con los papeles en la mano podré analizar los procesos para asistir a los Juegos Panamericanos de Lima o calificar por ranking a los Juegos Olímpicos de Tokio. No está descartado en mi mente volver a representar a mi país”.
En México, apenas un 22 por ciento de los medallistas olímpicos cuentan con estudios universitarios. Entre ellos están Felipe Muñoz, graduado de la Universidad de Texas en la licenciatura en Comunicación, administración y publicidad, Jesús Mena, licenciado en derecho por la UNAM así como el ex taekwondoín Víctor Estrada, quien es Contador público egresado de la Universidad La Salle.