Más Información
SCJN determina que prohibir consumo de alimentos y bebidas en zonas exclusivas para fumar es ilegal tras análisis de amparo
INAI da recomendaciones para evitar robo de identidad y fraudes; pide ser cuidadoso en redes sociales
El alemán Alexander Zverev celebró hoy a sus 20 años el primer gran título de su carrera al vencer por 6-4 y 6-3 a un desconocido Novak Djokovic en la final del torneo de tenis de Roma.
Zverev demostró sobre la arcilla italiana por qué está considerado una de las grandes perlas del circuito. Es el futuro, pero tras lo de hoy queda claro que también es el presente.
El germano de origen ruso conquistó su tercer título de 2017 y su primer Masters 1000 -la categoría más importante tras los Grand Slam- y mañana irrumpirá en el "top ten" del ranking de la ATP. Será el número diez del mundo.
Djokovic, segundo de esa clasificación, escribió un nuevo capítulo de su irregular temporada. Si el sábado aplastó a Dominic Thiem, hoy volvió a aparecer el Djokovic más frágil. El serbio conectó 11 golpes ganadores y se fue hasta los 27 errores no forzados.
"El de ayer fue uno de los mejores partidos mejores de mi vida, pero hoy no ha sido así, no me he sentido bien", explicó Djokovic todavía en la cancha central del Foro Itálico.
El serbio entregó su servicio hasta en tres ocasiones y fue incapaz de procurarse una sola pelota de break durante los 81 minutos que duró el partido.
A un día de cumplir 30 años, Djokovic buscaba hoy su Masters 1000 número 31 y el quinto de ellos en Roma. Para Zverev, en cambio, era la primera final de un torneo de semejante calibre. Y superó el examen con nota.
El germano es el tenista más joven en ganar un Masters 1000 desde que Djokovic venciera con 19 años en Miami 2007. Hoy se convirtió en el primer jugador nacido en la década de los 90 que levanta un título de esta categoría.
"Estás en un momento increíble, felicidades y buena suerte para el futuro", le deseó Djokovic a Zverev.
El alemán le devolvió los elogios. "Novak es un jugador increíble y estoy seguro de que en Roland Garros -que arranca en una semana- serás uno de los favoritos", indicó el tenista de 1,98 metros tras recibir la copa de manos del legendario Rod Laver.
"Que me entregue la copa una persona como Laver es increíble y no lo olvidaré nunca", añadió.
Es el cuarto título en la carrera de Zverev, que levantó en San Petersburgo 2016 su primer título y que este año triunfó en Montpellier y Múnich.
Para ver a un alemán ganar un Masters 1000 hay que remontarse a Sutttgart 2002, cuando ganó Tommy Haas y cuando la categoría se conocía como ATP Masters Series.
hgm