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Un hoyo en uno para Justin Thomas fue lo que lo ubicó en la primera posición del México Championships.

La bola voló 225 yardas antes de colarse al agujero de la bandera 13. La reacción del octavo mejor golfista del PGA simplemente fue alzar los brazos y festejar con su caddie.

Hoy, el estadounidense estará con el número uno del mundo Dustin Johnson y Rory McIlroy en el último grupo de la ronda final del torneo México Championships.

Con el paso de los días, Thomas mejoró su golpeo. El jueves consiguió seis birdies; sin embargo, tuvo seis bogeys. En la segunda ronda, pegó para ocho birdies y solamente erró el par en tres hoyos.

“Me siento más preparado que otros torneos. Tengo más experiencia”, dijo en conferencia de prensa. Ayer, el oriundo de Kentucky, con su as y cinco birdies, saltó hasta la posición más alto del tablero del World Golf Championships.

A pesar de estar como líder en solitario, aceptó que no ha jugado como esperaba.

“Salir de fierro se me complica mucho y me vuelve loco, algo que tengo que mejorar para el domingo [hoy]. Tengo que darme mejores oportunidades de pájaros”.

Por su parte, Dustin Johnson ya le agarró el ritmo al campo del Club Chapultepec.

El mejor golfista del PGA comenzó la tercera ronda con un tremendo eagle. Otros cuatro birdies lo acompañaron. El estadounidense pudo haber firmado una tarjeta casi perfecta, pero un horroroso bogey, en el 17, lo bajó del primer sitio.

Mientras que McIlroy apenas consiguió cerrar ayer con un tiro bajo par. En los primeros tres hoyos, pegó para dos bogeys, errores que le costó recuperar. Al cierre de su vuelta inicial, el norilandés se equivocó una vez más. En el 18 pudo enmarcar un pájaro, mas la puntería le falló y se mantuvo con cuatro.

“Fue un día aburrido, me sentí raro. Tuve que esperar a Phil [Mickelson] en muchas ocasiones. Creí que no me iba a afectar… al final, sí. Siento que estaré más tranquilo con Dustin”.

Es que el compañero para el europeo fue “Lefty”, quien tuvo un día bastante irregular. Su drive en el hoyo 10 voló hasta la salida del 18. Para recuperar, mínimo un bogey, el californiano tenía que mandar la pelota por arriba de los árboles. Hazaña cumplida. La redonda cayó a poco más de tres metros del agujero y consiguió el par.

Así fue la tarde para Mickelson: salir de la hierba alta en búsqueda de no pasarse del par.

“Estoy un poco decepcionado porque venía jugando tan bien y hoy [ayer] me perdí”. El profesional firmó una tarjeta de -3, ya que tres birdies consecutivos lo rescataron para un total de -10.

“Demostré mucho corazón y me llevó cosas muy positivas”, expresó el zurdo, quien hoy arranca la ronda final con el británico Lee Westwood y el español Jon Rahm.

El inglés Ross Fisher no aguantó la presión de arriba, cerró el día con un tiro sobre par y cayó a la posición 14, con un total de -6.

Mientras que Jordan Spieth arrancó cabizbajo con un score de +1. Molesto por sus malas actuaciones en la Ciudad de México, el viernes por la noche vio sus mejores momentos en Youtube, para recordar y analizar su swing tan especial, que lo llevó a ganar el Masters de Augusta en 2015. Tanto le sirvió su peculiar táctica que el texano firmó una tarjeta de ocho golpes bajo par. Nada más golpeó 63 veces su pelota, récord de campo en par 71.

“No creo que repita verme en internet, de hecho, es la primera vez que lo hago. Quería estudiar mi estilo de hace unos años, el nivel, y lo apliqué”.

Roberto Díaz, representante tricolor en el certamen, no pudo mejorar su score y se mantuvo en par, para continuar el campeonato con cinco tiros arriba de par y ubicarse en el puesto 57 de la clasificación.

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