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Han pasado casi tres lustros desde que escribió la última página en una de las más fantásticas odiseas del deporte, pero su legado le mantiene como una genuina leyenda... Y para muestra, las innumerables felicitaciones —a través de redes sociales— presentadas ayer.
Michael Jordan, considerado el mejor basquetbolista de todos los tiempos, cumplió el viernes 54 años de edad, por lo que su nombre se convirtió en tendencia —dentro de Twitter— durante gran parte del día, justo cuando arrancaron las festividades por el Juego de Estrellas en la NBA.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, “Su Majestad” —actual propietario de los Hornets de Charlotte— se graduó en la Universidad de Carolina del Norte y llegó a la Liga profesional de baloncesto para 1984, año en el que recibió la condecoración al mejor novato.
Iniciaba una carrera que incluyó dos tricampeonatos con los Bulls de Chicago (1991-93 y 1996-98), así como las medallas de oro olímpicas en Los Ángeles 1984 y Barcelona 1992. A nivel individual, se adjudicó cinco veces el nombramiento al Jugador Más Valioso de la campaña (1988, 1991, 1992, 1996 y 1998).
Aunque se retiró con los Wizards de Washington, sus proezas con Chicago le otorgaron la etiqueta de inmortal.
