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A sus 13 años no concibe la práctica del deporte como un privilegio, sino como un derecho que debe estar al alcance de todas las personas, en especial de los niños. María Bárbara Wetzel, gimnasta mexicana con síndrome de Down, reaparece más motivada que nunca.
Luego de un 2016 deportivamente apretado, Bibi se muestra como un ejemplo de superación, lista para encarar los nuevos retos que la gimnasia le imponga. Actitud que desea contagiar para que más niños, sin importar su condición, logren sus sueños y sean felices.
¿El deporte debe llegar a más niños mexicanos?
—Sí, porque es divertido. [El deporte] es volar, aprender cosas nuevas. A mí me encanta hacer mucho deporte, hacer gimnasia—, dijo Wetzel Aguilar en entrevista con EL UNIVERSAL, luego de ser invitada al segundo Foro de Inclusión en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.
Entre muestras de admiración, la joven gimnasta no refleja timidez, mas sí una enorme sonrisa y da unos saltos al andar que provocan un bailoteo en su rubia cabellera.
¿Qué te hace feliz?
—Viajar y fortalecerme. Que puedes ir a la playa, correr en la arena. Mi entrenadora también lleva a sus demás niñas a correr. Ahí me siento feliz. Hoy soy una deportista, eso me gusta, porque también quiero fortalecer mis músculos. También me gustan mis clases de matemáticas y de biología en las mañanas, y en la tarde la gimnasia.
En abril del año pasado EL UNIVERSAL dio a conocer la historia de María Bárbara, originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, y sus intensas jornadas de entrenamientos que le valieron el título de campeona mundial de 2015 de Gimnasia Artística Femenil con síndrome de Down, en Florencia, Italia.
Sin embargo, tres meses después, la campeona mundial y su familia se dieron a la misión de colectar fondos (240 mil pesos) para costear su participación a los Juegos de la Trisomía 2016, a realizarse en la misma sede italiana, donde se hizo de tres medallas de oro y dos de plata.
La respuesta de la gente y la intervención de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) hicieron realidad el sueño.
Además de la gimnasia, ¿qué otro sueño tienes?
—Quiero hacer un viaje al espacio de astronauta e ir en un cohete, eso me encantaría. Ir al espacio porque ahí viven los marcianos que tienen forma así como de cabeza olmeca—, imagina entre risas.
¿Dónde guardas tus medallas, y qué sientes al verlas?
—En la sala, otras en la puerta colgadas, son de mi kumon [ejercicios para desarrollar sus habilidades matemáticas y de lenguaje], son mis favoritas porque tengo mucha dificultad.
¿Te gusta ser un ejemplo para los niños mexicanos?
—Sí, me hace sentir feliz y orgullosa porque me encanta hacer de todo, así voy a aprender más. Me encanta hacerlo todo bien como Nadia Comaneci [ex gimnasta rumana], la admiro... que todos los niños le echen ganas y logren sus metas.
FGV