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Nuria Diosdado aún no decide si llegará a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La ondina mexicana prefiere ir paso a paso en el ciclo y por lo pronto se ha trazado la meta de ubicarse junto con su compañera Karem Achach en el top ten del Campeonato Mundial de Natación que se llevará a cabo en Budapest.
El dueto se ubicó en el sitio 11 en la justa veraniega de Río de Janeiro y quiere mantenerse en la élite de la especialidad.
Nuria, ¿qué aprendizaje te dejó el año pasado?
Fue muy bueno porque los Juegos fueron una competencia que esperé por muchos años. Concreté mi sueño y logramos la meta que nos propusimos, que era llegar a una final olímpica. Pudimos competirle al mismo nivel a las grandes potencias y eso es algo histórico.
¿Cómo inicias 2017?
Muy contenta y con muchas ganas de seguir trabajando, de darle mayores satisfacciones al país después de la buena actuación que tuvimos en Río de Janeiro. Antes de que iniciara el año no sabía si seguiría activa o me retiraría, pero finalmente decidí continuar porque esto me apasiona.
¿Cuál es tu objetivo para esta temporada?
Espero que Karem y yo podamos ubicarnos entre los mejores 10 duetos en el Mundial de Natación en Budapest. Ella y yo nos conocemos muy bien y creo que se trata simplemente de pulir detalles para que poco a poco escalemos lugares en la clasificación. La medalla de plata en los Panamericanos de Toronto en 2015 y lo conseguido en los Olímpicos nos hizo darnos cuenta de que el nado sincronizado en México poco a poco llama la atención de otros países que ya nos ven como rivales a vencer.
¿Ya comenzaste con los entrenamientos?
Sí, inicié con mi preparación en Guadalajara, mi estado natal. Poco a poco espero regresar a mi mejor forma deportiva para estar lista en las principales competencias internacionales. Me siento con muchas ganas de dar lo mejor y animada por los nuevos retos que se avecinan. Creo que mi experiencia puede ser fundamental.
¿Qué otro objetivo tienes para 2017?
Dejar una escuela en las nuevas generaciones. Transmitirles que es posible alcanzar los sueños con mucho trabajo y esfuerzo. Si Karem y yo logramos estar en una final olímpica, imagínate lo que pueden conseguir las juveniles. El nado es un deporte en el que México puede crecer muchísimo si se apoya desde las bases.