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Después de 23 años ininterrumpidos de trayectoria, Paola Espinosa vive “la pausa más hermosa de su carrera”. La clavadista, ganadora de dos medallas olímpicas, disfruta cada momento de su primer embarazo y aclara que pretende regresar al alto rendimiento fortalecida por su maternidad.

“Llevo dos décadas haciendo lo que me gusta sin descanso. Creo que esta etapa me va a servir mentalmente para pensar en muchas cosas, para despejarme y disfrutar esta maravilla dentro de mí. Tengo, claro, la ilusión de regresar a los clavados y contarles a todos que sí se puede triunfar siendo madre. Quiero que mi bebé pueda verme competir en unos Juegos Olímpicos”, comentó la clavadista.

Paola luce radiante y sonríe todo el tiempo. Aunque los primeros meses de su gestación han sido complicados, asegura que espera con mucha ilusión la llegada de su primogénito.

“Me siento feliz y plena, aunque me preocupa todo. Soy una paciente muy fastidiosa porque todo pregunto, no le quiero fallar a mi bebé. La verdad no quiero hacer nada que le perjudique. Incluso he preguntado si puedo quedarme con mis perritos, si es malo que me duela la cabeza. Son cosas a las que no les daría importancia si no fuera porque estoy embarazada. Quiero cuidarme y después regresar bien preparada a los entrenamientos”, explicó la también medallista mundial.

Actualmente, la clavadista radica en Guadalajara donde vive con Iván García, su pareja y también medallista olímpico.

“Queremos vivir esta etapa juntos. También es probable que después de que nazca mi bebé entrene con el equipo de Iván Bautista, aunque eso lo decidiré más adelante, quiero ir paso a paso”.

Espinosa confesó que fue gracias a su hermana que comenzó a sospechar de su embarazo.

“Estaba insoportable, incluso Iván decía que ya no me aguantaba. Cuando me hice una prueba y lo comprobé estábamos emocionados, nos dio alegría y miedo. Teníamos planeado concebir hijo a más tardar en diciembre y salió justito. Iván y yo no podíamos parar de reírnos y comenzamos a pensar en cosas como qué va a ser de grande. Falta muchísimo para eso, pero la imaginación se disparó de inmediato”, platicó la saltadora.

Aunque su noviazgo no fue largo, la clavadista comparte que son muchas las afinidades con García.

“Él me decía que quería ser papá y que yo fuera la madre de sus hijos. Además de ser medallistas creo que también compartimos valores que nuestras familias nos inculcaron. En un futuro nos gustaría seguir el ejemplo de nuestros padres que siempre dieron todo para que cumpliéramos nuestros sueños”.

Paola tendrá un embarazo muy activo, pues entre sus proyectos a corto plazo está continuar con la promoción de la actividad física en su fundación e incrementar el número de asistentes a su academia.

“Quiero fomentar el deporte entre la gente, que sepan que ellos pueden ganar sus propias medallas”.

A la clavadista le gustaría que su primogénito iniciara desde pequeño con la actividad física.

“Es algo que yo viví siendo una niña y la verdad es que el deporte te da muchos valores y quiero dejarle eso a mi hijo”, explicó.

Por lo pronto, Espinosa se consiente al satisfacer algunos antojos como pasteles, mangos y comida “caldosita”, aunque claro, le preocupan esos kilos que ha comenzado a ganar.

“Me siento responsable de que esté bien y todo lo que pueda pasarle porque se alimenta de mí. Creo que en este justo momento nadie lo puede cuidar como yo”.

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