A 2500 kilómetros de Phoenix, Arizona, está la Arena de la Ciudad de México, la casa que por dos días albergó los Suns y la cual, en voz de sus jugadores, esperan que en los próximos años, pueda recibir más compromisos de su equipo.

El guardia Devin Booker, quien terminó como el mejor jugador del partido de ayer, señaló que para él fue un privilegio estar en la capital mexicana.

Booker reconoció que el esfuerzo sobre la duela fue de todo el equipo.

“No me quiero ir de aquí [México], la energía que tuvo el público fue impresionante”.

El jugador de segundo año empató su mejor registro de anotaciones esta temporada, cuando encestó 39 puntos el jueves pasado contra los Mavericks de Dallas y contra los Lakers de Los Ángeles, el 11 de noviembre pasado.

“Nunca pensé que en este país les gustara el basquetbol. Venir aquí fue increíble. Tocar la vida de las personas es una de mis partes favoritas del juego”, externó el ex jugador de Kentucky.

Booker sabe que su carrera apenas comienza, pero mantiene el objetivo de levantar un trofeo Larry O’Brien, como lo soñó desde pequeño.

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