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El recibimiento sorprendió a los Suns de Phoenix en su visita a la Ciudad de México, eso despertó la inquietud entre los jugadores para entregar un espectáculo digno a la afición azteca.
“Es increíble poder cruzar fronteras con la NBA”, expresó Devin Booker, escolta del equipo. “Sabemos que existen muchos fanáticos aquí. Siempre recibo mucho apoyo y sé que venir significa mucho para ellos”.
Booker pisó la tierra de su madre, Verónica Gutiérrez, por lo que el duelo de esta noche, ante los Mavericks de Dallas, se convierte en más que un juego. “Mi mamá es mexicana”, dijo el nacidoen Michigan. “Ella me enseñó todo. Aprendí a ser independente. Nos crió a mi hermano, mi hermana y a mí, siempre con una actitud positiva. Es una gran ayuda para mí. No le importa si juego bien o mal, sólo lo que me hace feliz”, explicó.
Booker confesó no hablar español, algo de lo que se arrepiente. “Me gustaría mucho aprender. Mi abuela lo habla, pero con ella puedo conversar en inglés; mi abuelo sólo habla español y no lo entiendo”, bromeó. “Mi papá es afroamericano, mantengo una relación especial con mi familia”.
En rueda de prensa, Devin, de 20 años de edad, aseguró que los partidos de la NBA fuera de Estados Unidos son importantes, pues crean relaciones entre los países. “Poder expandir la marca de la NBA para visitar a los fans y jugar frente a ellos significa mucho. Nosotros somos los bendecidos de tener una vida en este deporte, que amamos, y también llevamos alegría a diversas personas que nos ven y apoyan”.
El basquetbolista confesó que todavía no prueba los tacos, pero prometió que antes de regresar a Arizona lo hará.
La sangre tricolor que corre en las venas de Booker hace que tenga mucho en común con su entrenador, Earl Watson, quien también es nieto de mexicanos. “Él es muy agradable, conozco a su familia y me incrementan la cultura mexicana, es algo especial poder tenerlo como head coach.”
El mismo Watson no ocultó su felicidad de visitar la tierra de sus ancestros. “Como equipo estamos muy entusiasmados, sabemos que los aficionados esperan grandes cosas del juego.
“Mis abuelos, ya fallecidos, eran de Guadalajara; se fueron a Estados Unidos como ilegales. Le doy mucha importancia al pasado de mi familia”, comentó Watson.
El deseo del estratega no es solamente salir con el triunfo y regresar a Phoenix, también quiere que este tipo de eventos se realicen con más continuidad. “Esto debe repetirse cada año”.
Los Suns se enfrentaron a los Mavericks la semana pasada, en casa, y los vencieron 102-95; sin embargo, Earl Watson no se confía de conseguir otro triunfo sobre Dirk Nowitzki, JJ Barea y compañía. “Sabemos qué esperar, será un enfrentamiento complicado, pero no vamos a cambiar lo que somos”.
Esta noche, en la Arena Ciudad de México, se celebrará el partido 23 de la NBA en la capital del país, cuarto juego de temporada regular.