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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Una mujer sin límites, disciplinada y con sus metas bien claras. Así definen a la taekwondín María Espinoza los entrenadores Pedro Gato, José Luis Onofre y Julio Álvarez.
“Ella es una mujer con mucho carácter, muy secilla y que siempre se ha sabido levantar de los tropiezos. María siempre ve hacia adelante y busca mejorar, es una ganadora”, opinó Onofre, quien entrenó por algunos años a la sinaloense.
Aunque de su cuello penden tres medallas olímpicas, Espinoza nunca ha perdido la humildad, y esa cualidad se la reconocen aquellos que trabajaron con ella.
“Creo que la sencillez que ella tiene es debido a sus raíces, del lugar de donde viene. Gran influencia para que ella sea así es su familia que siempre le ha ofrecido un apoyo incondicional”, comentó el cubano Pedro Gato, con quien la sinaloense entrenó antes de decidir integrarse a la selección nacional en el Comité Olímpico Mexicano.
Julio Álvarez conoce a María desde su época como juvenil y destaca el gran carácter que heredó de su padre, Don Marcelino Espinoza.
“Su papá siempre fue muy trabajador y creo que eso lo heredó ella, no dejarse nunca vencer por las adversidade, salir adelante y superar todos los obstáculos”, comentó.