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Después de dos subcampeonatos, por fin Nico Rosberg pudo saborear las glorias de convertirse en campeón mundial de la Fórmula Uno al superar a su coequipero en Mercedes, el británico Lewis Hamilton, el anterior monarca y que buscaba el tetracampeonato.
De paso se convirtió en el segundo caso de padre e hijo en que ambos se coronan en la categoría. Keke Rosberg se llevó el campeonato 34 años antes. Ahora fue su hijo Nico, con lo que calló la boca de sus detractores, que no le daban opciones, sobretodo en sus primeros años dentro de la F1.
Su victoria no fue nada sencilla. Como muestra, Hamilton terminó con una victoria más, con un total de 10. Pero la clave fue tener mayor consistencia con los segundos lugares y no escatimar ningún punto carrera a carrera.
Nico arrancó con fuerza la temporada 2016 con cuatro victorias al hilo. Para el Gran Premio de España presentó problemas su auto, pero para su suerte, Lewis también se retiró de la justa. En el siguiente Gran Premio empezaría la remontada del británico.
Hamilton, que buscaba su cuarta corona mundial, conquistó seis de las siguientes siete carreras. Desde el legendario circuito callejero de Mónaco comenzó su dominó con las banderas a cuadros hasta el GP de Alemania, en Hockenheimring. El único tropiezo fue un quinto lugar en el nuevo trazado urbano de Bakú.
Después, Rosberg volvió a hilvanar una racha de victorias con cuatro primeros lugares en la segunda parte de la temporada. Se paró en lo más alto del podio en Bélgica, Italia, Singapur y Japón.
Pero Hamilton de nueva cuenta vendió cara la derrota con cuatro triunfos en las últimas cuatro carreras de 2016. El campeonato finalmente se decidió hasta el Gran Premio de Abu Dabi, en donde un segundo puesto le bastó al alemán para alzar su primer título en efusivos festejos con sus técnicos, familiares y aficionados.
Rosberg terminó tan sólo cinco puntos por encima de Lewis en una tercera campaña que la escudería Mercedes vuelve a monopolizar todas las victorias. Sólo en España y Malasia no tuvo a uno de sus pilotos como ganador. Aseguraron el Campeonato Mundial de Constructores cinco carreras antes del final.
Tan sólo cinco días después del título, Nico Rosberg anunció su retiro. Decidió abandonar la disciplina después de 11 temporadas en la F1.
