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El tlaxcalteca Sergio Flores se alzó como el máximo triunfador de la cuarta corrida de la Temporada Grande, celebrada ayer ante una mala entrada en la Plaza México. Flores aprovechó cabalmente las magníficas condiciones del único buen toro del encierro de la ganadería neoleonesa de El Vergel. Sergio dio forma a tandas de muletazos de muy buen contenido, con largueza y temple. Tras la certera estocada, el juez Jesús Morales le concedió las dos orejas. Este es el mejor trasteo que le hemos visto a Flores en el coso capitalino. A pesar de que tuvo buenos momentos con el tercero de la tarde, poco pudo alcanzar en su primer turno.
En esa misma tesitura del buen toreo juvenil mexicano de la actualidad, Fermín Rivera ofreció un par de recitales de gran categoría con su toreo clásico y académico que no requiere de artilugios de ninguna especie para gustar al sensible público capitalino. Y eso que le correspondieron dos medios toros.
Más allá del saldo de una oreja cortada, queda la extraordinaria capacidad de un torero relevante que merece confirmar su alternativa el año próximo en la plaza de Las Ventas de Madrid.
Pocos detalles dejó para el recuerdo el extremeño José Garrido ante un lote con pocas prestaciones. Será muy interesante verlo con su indiscutible calidad ante toros más potables.
Se lidió un encierro disparejo de presentación y de juego variado de la ganadería de El Vergel.