Cualquier pared era un motivo para que Maricruz Hoyo de Legarreta rebotara una pelota. El frontenis llegó a su vida desde antes que ella naciera. Hoy a los 24 años de edad, la capitalina es parte de la sangre de refresco de este deporte de tradición ganadora en el país.
Y aunque por ahora tiene un rol reserva en el equipo por detrás de Ariana Cepeda y Guadalupe Hernández, Maricruz ambiciona tomar en un futuro próximo su lugar y convertirse en la raqueta número uno de México.
“El frontenis es como mi segunda casa. Siempre ha estado en mi vida y desde muy pequeña lo juego con mi hermana. Yo espero seguir muchos años más y convertirme en la mejor”, comentó.
Ingeniera industrial por la Universidad Panamericana, Hoyo de Legarreta ha sido campeona nacional juvenil desde los 12 años. Subcampeona en el Mundial sub22 de Guadalajara en 2011 y experiencia en dos Mundiales de trinquete, currículum al que espera seguir añadiendo logros.
“Exigirme en un deporte de alta competencia me ha ayudado a crecer como persona. Sé que todavía soy joven y la madurez en el frontenis se alcanza más adelante, pero voy paso a paso con el orgullo de representar a mi país.
Por su parte en paleta goma, la selección mexicana también disputará la Copa Mundial con jugadoras que están alimentando con juventud la disciplina.
Laura Puentes, Dulce Figueroa y Rosa Buendía serán las representantes tricolores junto con Paulina Castillo, quien también forma parte de la cuarteta de Frontenis.