Nico Rosberg levantó la ceja y lanzó una mirada de extrañeza. “¿Por qué debería pensar en eso?”, respondió el piloto alemán al ser preguntado si se alegraría por un tercer puesto en el último Gran Premio de la temporada de Fórmula 1. “Voy a ir a Abu Dabi a ganar”.

Rosberg promete no especular dentro de dos semanas pese a que un tercer puesto le bastaría para conquistar su primer título mundial de su carrera.

En 15 de las 20 carreras disputadas este año, el piloto de Mercedes fue tercero o mejor.

“Lo voy a dar todo por ganar ahí”, insistió el domingo en Brasil, donde fue segundo, por detrás del británico Lewis Hamilton, el único que le puede arrebatar la corona en la pista de Abu Dabi.

Fue allí, hace dos años, la única vez que Rosberg llegó a la última carrera de la temporada con posibilidades de ganar el título. Llegó a aquel duelo 17 puntos por detrás de Hamilton, pero en aquel 2014 el último Gran Premio repartía el doble de puntos. Ni eso le sirvió a Rosberg, que acabó decimocuarto con problemas en su Mercedes tras salir desde la pole position.

“En Abu Dabi llega la hora de la verdad”, recordó el jefe de Mercedes, Toto Wolff. “Nuestro objetivo como escudería es sencillo: tenemos que dar a ambos pilotos un coche con el que puedan luchar hasta la bandera a cuadros”.

El objetivo de Rosberg es ser campeón, pero asegura que no se conformará con un tercer puesto, pese a que el podio le valga para una lluvia de champán que coronaría sus 11 años de trayectoria en la F1.

Hamilton, que ganó en Yas Marina en 2011 y 2014, necesita que Rosberg falle, necesita la actuación de terceros, que, por ejemplo, el holandés Max Verstappen y el alemán Sebastian Vettel se cuelen entre él y su coequipero. O que el Mercedes de Rosberg sufra una avería.

“Nico llegó a la meta en todas las carreras salvo en Barcelona, donde ninguno de los dos acabamos”, recordó Hamilton el choque entre ambos bólidos en España. “Rosberg ha tenido una fiabilidad fantástica”, añadió, dejando entre líneas que él no la tuvo. El triple campeón del mundo abandonó dos Grandes Premios por problemas de motor.

A pesar de todo, el británico no da nada por perdido. “No me puedo dar por vencido porque uno no sabe nunca lo que puede ocurrir. Es muy poco probable que pueda ganar el título, pero uno nunca sabe”, señaló antes de abandonar el circuito de Interlagos.

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