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Los Juegos Paralímpicos nos han sorprendido con historias de vida extraordinarias, con atletas que han fungido como héroes en sus países e inspiración para chicos y grandes. Su hambre de triunfo no se compara con la de otra persona. Con cada recorrido, cada tiro o cada canasta, estos deportistas continúan dando una gran lección de tenacidad y amor.
En la natación, México tendrá la representación de un multimedallista que pasó de ser la sensación a ser una verdadera leyenda debajo del agua. Su nombre es Juan Ignacio Reyes, un deportista que conquistó oro en las ediciones de Sidney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012.
A sus 33 años Juan Ignacio no pierde la emoción por vivir una experiencia paralímpica más. Su deseo por seguir conquistando medallas es inigualable. Él se sabe consciente de la responsabilidad que carga, y con esa misma disciplina y entrega, competirá por forjar un legado más grande.
¿Qué viene para un multimedallista como tú en Río 2016?
Primero que nada voy a buscar el pentacampeonato, que es el objetivo principal. Estoy consciente de que hay otros ocho que se están preparando, entonces, creo que será una buena competencia. Los rivales son más jóvenes que yo, a mí me ayuda mucho la experiencia y fuerza que tengo. Va a ser una buena competencia en Río y la expectativa que tengo es ganar el pentacampeonato y disfrutar la competencia.
¿Cómo comenzó tu historia en el deporte?
Comenzó desde los seis años, primero un poco de integración social, y ya después de alto rendimiento a los 14 años; empezó como una pequeña aventura, como un pequeño “a ver qué pasa”, y eso llevó a todo esto, Campeonatos Mundiales, Juegos Paralímpicos, Premio Nacional del Deporte, ha sido una experiencia de 20 años que he disfrutado muchísimo.
¿Cuál ha sido el momento más representativo en tu carrera?
Hay diferentes momentos en mi vida deportiva, está desde el inicio de mi carrera, el Mundial del 98 en Nueva Zelanda y los Juegos Paralímpicos que están marcados en la memoria de todos los deportistas que han participado en ellos con o sin medalla, son legados que se transmitirán a las futuras generaciones.
¿Qué harías para apoyar al deporte paralímpico mexicano?
Hay que hacer programas en escuelas, el deporte y la educación tienen que ir de la mano, detectar aptitudes que tengan los niños al momento de hacer la actividad física, sería algo muy bueno. En los centros de rehabilitación para el deporte paralímpico invitar a que los niños se unan al deporte, pero principalmente inculcarles el amor al deporte, a la cultura física, a una actividad que los puede ayudar no solo a ser grandes deportistas, sino también grandes seres humanos, grandes mexicanos.