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El agua de la piscina de clavados de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro lució hoy extrañamente verde por causas desconocidas, ante lo cual se inició una investigación aunque se descartó que sea riesgoso para los competidores.
"Se realizaron pruebas al agua de la piscina de clavados del centro acuático Maria Lenk y arrojaron que no había riesgo para la salud de los atletas", dijo el responsable de medios de la sede, Simon Langford, al leer una declaración en nombre del comité organizador.
El agua, que lucía azul todavía el lunes, cambió de color para el martes y fue notorio el contraste con el color normal de la piscina donde se hicieron antes las competencias de waterpolo en el mismo complejo.
Tanto la ganadora de oro china Ruolin Chen como las mexicanas Paola Espinosa y Alejandra Orozco, que quedaron sextas en la competencia de hoy de clavados sincronizados desde plataforma de diez metros, dijeron que el color turbio del agua no afectó su desempeño.
"Estamos investigando cuáles fueron las causas de la situación, pero nos alegra decir que la competencia se completó de manera exitosa", señaló el comité organizador.
