Salvador de Bahía.— Ese primer tiempo que tuvo el Tri ante Fiji tiene a Raúl Gutiérrez inquieto, a disgusto. Le genera incredulidad que su equipo, ante la debilidad del rival, no haya podido hilar tres o cuatro pases en los 45 minutos iniciales. “Sabe a poco [la goleada, 5-1] por lo endeble del contrario”, dice.

“Son de esos partidos que no te dejan conforme. Dejaste de hacer cosas que venías trabajando en el equipo y que no viste en toda la primera mitad”, acepta el técnico, en conferencia de prensa en la Arena Fonte Nova. “Más allá del resultado, necesitábamos dos victorias y vamos por la otra [contra Corea]”.

El descanso sirvió para poner orden. Jugadores como Alfredo Talavera y Érick Gutiérrez señalan que hubo gritos de motivación en el vestuario para recomponer el camino hacia el triunfo, que pone a México con cuatro puntos en el Grupo C. “Llegamos al medio tiempo y lo utilizamos para replantear, reacomodar, más allá de la forma, pero es totalmente un punto de orientación en los jugadores”, resume el “Potro”. “Teníamos que regresar a la esencia, tener la pelota, llegar por afuera”.

Pese a ser un hombre experimentado, el seleccionador olímpico desconoce cuáles son las razones por las que los combinados nacionales suelen sufrir cuando tienen rivales inferiores.

Desecha por completo que sus dirigidos se hayan relajado o sentido ganadores antes de disputar el choque en Salvador de Bahía.

“Creo que no hay nada más. Son situaciones que pasan, era algo que se intentó prever y volvió a pasar, cosas que nos pasan por la cabeza”, lanza. “Es complicado [saber por qué pasa], haría bien hacer un estudio sobre eso. No fue exceso de confianza, el equipo no se conectaba. Cae un gol de risa, pero cae, y te vuelve más difícil el partido”.

“El Potro” manifiesta que la victoria puede ser buena, porque se suman tres puntos, lo cual era vital. Mas “hay que hacer una buena autocrítica, para recuperar la forma de lo que podemos hacer”.

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