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En los últimos días se ha hablado mucho de Michael Phelps. Normal, cuando a días del inicio de las competencias de natación, se tiene a un hombre que ha hecho que todo el planeta esté atento a sus movimientos y que se publiquen una increíble cantidad de notas en los medios de comunicación de todo el mundo sobre lo que pasará en sus quintos Juegos Olímpicos. Se trata de un hombre que ha mejorado 39 récords entre mundiales y olímpicos con un paso impresionante, siendo protagonista de la escena mundial al debutar en Juegos Olímpicos en Sidney 2000 y convirtiéndose en el nadador más joven en poseer un récord mundial en natación, conseguido a los 15 años y 9 meses durante el selectivo para el Campeonato Mundial de Natación en el 2001.
En campeonatos mundiales tiene 26 medallas de oro con seis de plata y un bronce, para un total histórico de 33 preseas, con su mejor participación en el 2007 cuando consiguió siete metales dorados.
Su momento supremo, las ocho preseas doradas en los Juegos Olímpicos de Beijing con paso perfecto. En conjunto con las medallas obtenidas en Atenas 2004 y Londres 2012 ha logrado un extraordinario total de 22 medallas olímpicas: 18 oros, dos platas y dos bronces.
La segunda mejor actuación de un deportista en Juegos Olímpicos es de la rusa Larissa Latynina, competidora en gimnasia en el periodo 1956-64 en el que sumó 18 medallas, con nueve de oro, cinco de plata y cuatro de bronce.
Paavo Nurmi, atleta finlandés en el periodo 1920-28, está en el tercer lugar con 12 preseas –nueve de oro y tres de plata—, sin olvidarnos de los también estadounidenses Mark Spitz, nadador de 1968-72, con once medallas –nueve oros, una plata y un bronce—, y Carl Lewis, atleta quien entre 1984-96 consiguió nueve oros y una plata.
Estoy seguro de que lo que haga Phelps volverá a levantar su imagen, porque a pesar de que muchos piensan que arriesga su prestigio en este regreso a Juegos Olímpicos, lo que ha logrado en las pasadas cuatro ediciones nadie lo cambiará, además de que se trata de un hombre que se prepara siempre para ganar. A Phelps no le duele nada en estos momentos. Sería extraordinario que repitiera oros en Río. Lo conozco desde hace tiempo y sé que ha entrenado para ello, aunque las cosas no serán tan sencillas.
Hay por lo menos cuatro nadadores que pudieran impedir que sume preseas a su historia de éxito y hasta cobrar cierta revancha en el aspecto deportivo, sobre todo en los 100 metros mariposa. Personajes como el húngaro Laszlo Csech, quien se encuentra entre las mejores marcas en 100 y 200 mariposa de la actualidad y quien se quedó rezagado en Londres y Beijing, es de la misma edad que Phelps y espera una revancha.
También está el sudafricano Chad le Clos, que también en 100 y 200 mariposa estará al acecho de Michael, con quien por ahora existe una diferencia de poco más de diez centésimas de segundo.
Y no olvidemos a Ryan Lochte, quien se ha mantenido a la sombra de Phelps aun cuando posee el récord del mundo en los 200 metros combinado individual. Esta será su última oportunidad de vencer al de Baltimore. Otros nadadores que hay que tomar en cuenta en esta prueba son el japonés Hagino Kosuke y el brasileño Thiago Pereira, quien luchará por esa prueba impulsado por estar en casa.
Repito, Michael Phelps no tiene nada que perder y mucho menos algo que demostrar. Es el mejor de la historia, pero seguro querrá culminar su carrera con otra u otras medallas, más allá de todos los problemas extradeportivos que ha tenido.
También debemos hablar de la prueba de relevo combinado que podría nadar Phelps, siempre y cuando derrote a su compatriota Tom Shields, quien también nadará la prueba de 100m mariposa. Quien nade mejor estará en el relevo y veremos si es una medalla más.
Otros dos relevos que son una incógnita son los 4x100 y 4x200 libres. Hay que recordar que Michael no nadó estas pruebas hace un mes en el selectivo de Omaha porque quería estar al cien por ciento en sus individuales. Sin embargo, si los entrenadores ven que puede aportar en estos dos relevos van a sacrificar a alguno de los que quedaron seleccionados y esto nos da una idea de lo importante que es este hombre para la natación estadounidense.
Por último quiero puntualizar la razón por la que hasta ahora será abanderado de unos Juegos Olímpicos: Phelps nadará hasta el lunes y no al día siguiente de la ceremonia de inauguración como en los pasados JO. Esto le dará dos días de descanso y concentración. Lo mejor de todo es la manera en que la delegación de su país y muchos otros deportistas de todo el mundo le reconocen la grandeza que ha construido a cada brazada y que se coronará con la oportunidad de portar la bandera de su país.
No hay nadie mejor que Michael Phelps en la historia.