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Santiago Ramírez, el rarámuri que corrió 105 km en el ultramaratón de Guachochi, Chihuahua, viaja más de mil 100 kilómetros, desde su rancho en Ciénega de Nogurachi en la Sierra Tarahumara, para llegar a la Ciudad de México y correr por primera vez un maratón.
La vida del corredor chihuahuanse ha cambiado bastante en las ultimas cinco semanas, dice su hijo mayor, Mario, quien lo acompañará en la ruta de los 42.195 kilómetros.
La historia de Santiago —un trabajo multimedia de EL UNIVERSAL— ha sido vista en redes sociales por más de 10 millones de personas; él y Mario fueron recibidos por el gobernador electo, Javier Corral, y también han recibido invitaciones a maratones en México y el extranjero, entre ellos el de Nueva York.
Dice que corre para no perder. Para no tener hambre. Para que rinda lo que tiene sembrado. “Para ganar, nomás”. Ambos corredores rarámuris tratarán de terminar el maratón en menos de tres horas aunque según las cuentas de Santiago , “si los 100 los hice en 11 horas y media mmm… menos de dos horas”, calcula.
En las últimas tres ediciones del maratón han corrido otros rarámuris y sus tiempos oscilan entre las 3 horas 20 minutos y las 3 horas 40 minutos.
En estas semanas esperan conseguir pasaporte y visa para poder seguir corriendo en otros países. Porque así crecieron, porque así lo hacían su papá y su abuelo, porque Santiago no se raja. Este es el inicio de los rarámuris que re-correrán el mundo.
“Estamos agradecidos por todo el apoyo que nos han dado los medios y el gobierno. Vamos a ver qué pasa, yo espero recorrer el maratón en tres horas y media y mejorar mi tiempo”, dijo Mario.
Otros rarámuris mexicanos como Santiago y Mario también han participado en carreras importantes a nivel internacional, como el Maratón de Boston.