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En abril de 2015, casi tres meses después de dejar el cargo de comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo llegó a la Conade en medio de un torbellino que significó la declinación que tuvo México para organizar el Campeonato Mundial de Natación 2017.
Aquella decisión le costó el puesto a Jesús Mena en el organismo deportivo, pero a más de un año, la tormenta sigue para el deporte mexicano con los constantes escándalos de Castillo.
No sólo fue el viaje que sostuvo en Río de Janeiro con su novia Jacqueline Tostado, quien se paseó por Río de Janeiro vistiendo las prendas oficiales.
La polémica de Alfredo Castillo comenzó en septiembre del año pasado con el desconocimiento que hizo de varias federaciones a las cuales acusó de malos manejos económicos como la de frontón, la Federación Mexicana de Luchas Asociadas, la Federación Mexicana de Boxeo, entre otras.
La decisión de Alfredo Castillo detonó en un ultimátum que envió el Comité Olímpico Internacional al gobierno mexicano para solicitar respeto a la autonomía de las federaciones deportivas o de lo contrario nuestro país quedaría desafiliado.
Además de ello, en enero de este año, la FINA suspendió a la Federación Mexicana de Natación, después de que ésta no pagara una multa impuesta por la suspensión del Campeonato Mundial del 2017.
El organismo canceló la participación de todo competidor nacional, después de que el evento en Guadalajara fuera dado de baja. De esta forma, Rommel Pacheco se tuvo que conformar con subir al podio y no escuchar el himno nacional, luego de obtener la medalla de oro en la Copa Mundial de Clavados celebrada en Río de Janeiro.
Por estas situaciones, integrantes de la familia olímpica, han exigido la renuncia de Castillo.
