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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Río de Janeiro.— Esta vez no se desvaneció en la meta como lo hizo al ganar el oro en los Panamericanos de Toronto en 2015. Guadalupe González culminó los 20 kilómetros de los Juegos Olímpicos cansada, sí, pero también llorando de felicidad por la histórica medalla de plata obtenida ayer en el circuito de Pontal en Río de Janeiro.
Después de muchas jornadas decepcionantes en las que las cartas fuertes quedaron a deber, la andarina demostró que la etiqueta de favorita le queda bien.
González se quedó a sólo dos segundos de conseguir el oro al culminar el recorrido con tiempo de 1:28.37 horas. La china Hong Liu fue la primera con 1:28.35 y su compatriota Xiuzhi Lu logró el bronce con 1:28.42.
“Este es uno de los días más felices de mi vida”, dijo la mexiquense, quien practica la marcha hace apenas tres años y medio.
Apenas cruzó la meta, Guadalupe comenzó a llorar; a desahogarse tras sufrir dolor en todo el cuerpo. También, con una plegaria al cielo, se sacudió toda la presión de ser una de las pocas esperanzas nacionales en los últimos días de competencia de la justa veraniega.
Durante la competencia, la marchista se mantuvo todo el tiempo en la punta, peleando codo a codo con las asiáticas, quienes trabajaron en equipo para encajonarla. Pero ella no cayó en la trampa y siguió al pie de la letra la estrategia marcada por su entrenador Juan Hernández.
Lupita nunca cedió, estuvo siempre en la zona de medallas a pesar del jalón que dieron las chinas después del kilómetro 15. Hong Liu apretó el paso los últimos 50 metros, robando así la posibilidad de oro para la mexicana.
Por muchas razones, su medalla es histórica. Primero, porque rompió con la sequía de 16 años que arrastraba su disciplina y después, porque es la primera mujer mexicana en subir al podio en la especialidad.
“Y pensar que yo quería llegar a los Juegos Olímpicos siendo una boxeadora. Mi destino era estar aquí, pero no con los guantes”.
La medallista recibió la felicitación del presidente de México, Enrique Peña Nieto, pocos minutos después de convertirse en subcampeona olímpica.
Su medalla es la número 11 para el atletismo mexicano en la historia de los Juegos Olímpicos.
La perseverancia de la mexiquense será recompensada con los 2 millones de pesos ofrecidos para la plata por Alfredo Castillo, titular de la Conade, además de una casa y un automóvil.
“Me da mucho gusto por Lupita, porque es una mujer que ha sacado la casta por México y es muy entregada en sus entrenamientos. Cuando la vi hace unos días, me dijo que ella iba a ganar y lo cumplió. Quiero decirles que la plata que logró este día [ayer] es sólo para ella y su equipo de trabajo, para nadie más. Ojalá con esta medalla y la de boxeo retomemos el nivel que en antaño tenías estas especialidades”, expresó Carlos Padilla, titular del Comité Olímpico Mexicano.