Río de Janeiro.— La selección de Brasil está a un paso de saldar una deuda histórica que comienza a pesar con el paso de los años. Conquistar esa medalla de oro olímpica que jamás ha logrado, es un deber para cada uno de sus integrantes. No les está permitido otro metal, refieren.

“Nos estamos enfocando en el tema de la medalla, no en la revancha; son otros partidos, otras circunstancias. Hay que conseguirla. Ya estamos en la final, a un paso”, explica el volante, Renato Augusto.

“Ya pasamos la semifinal. Queríamos ganarle a Honduras, se dio una goleada, que es buena para la confianza y porque el público nos apoyó todo el tiempo”.

Hace cuatro años, la Canarinha se quedó a un paso de subirse a lo más alto del podio. Con Neymar como estandarte, se tuvo que conformar con la plata por perder la final con México 2-1 en Londres 2012.

La espina quedó clavada y tras la victoria 6-0 sobre Honduras, los brasileños se sienten con la exigencia de lograrla. El técnico brasileño Rogeiro Micale advierte que “estamos jugando bien, tenemos esa esperanza de conquistar ese sueño. Es un motivo de alegría pensar en el oro. Tuvimos una primer semana muy difícil, hemos crecido mucho y estamos en el mejor momento para jugar la final en Maracaná”, dice.

Neymar exagera. Jorge Luis Pinto, técnico de la selección hondureña Sub-23, lamenta que Neymar “se haya tirado mucho”.

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