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hector.morales@eluniversal.com.mx
Río de Janeiro.— Cuando llegó a la meta, José Carlos Herrera volteó a los lados y vio que había sido el primero en llegar en su heat eliminatorio. Alzó los brazos, suspiró por la tranquilidad de haber avanzado a las semifinales de los 200 metros planos. Satisfacción que aumentó al momento de darse cuenta que corrió casi tan rápido como el hombre más rápido de la historia.
La marca del velocista mexicano para llevarse su eliminatoria fue de 20.29 segundos. Suficiente para mantenerse con vida en los Juegos Olímpicos de Río y vencerse a sí mismo. En Londres 2012 no pudo superar la primera fase y encontró su revancha. Minutos después, Usain Bolt ganaría su carrera con un tiempo de 20.28, apenas abajo del tricolor.
“Me preparé para poder avanzar de ronda. Lo que quería era obtener el primer o segundo lugar en la competencia para seguir aquí”, confío Herrera. “Creo que puede tener un mejor tiempo”.
Hoy, a las 20 horas, tiempo de la Ciudad de México, entrará a la pista de tartán con la finalidad de colarse entre los mejores de los 200 metros planos. Quiere ser parte de la cartelera de la final que seguramente incluirá a Bolt, Yohan Blake y Justin Gatlin.
“Lo que menos quiero saber es contra quién sería la final. Quiero estar ahí. Me enfoco sólo en mi labor para hacer el mejor tiempo”, confiesa.
Las cámaras siguen a todos lados a Bolt. Mientras, José Carlos Herrera tiene mucho menos atención de los medios y eso que, al menos ayer, fue casi tan rápido con el relámpago jamaicano.