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Río de Janeiro.— La estadounidense Simone Biles no podrá colocar en sus maletas cinco medallas de oro a la hora de regresar de Río. Un traspié en la viga de equilibrio no le dejó más remedio que conformarse con el bronce.
El metal dorado de este aparato fue para la holandesa Sanne Wevers, con una evaluación de 15.466 puntos, mientras que la plata quedó colgada al cuello de Laurie Hernández, de ascendencia puertorriqueña y compañera de Biles en el equipo estadounidense, conocido como las “Cinco Fieras”.
Biles dijo que estuvo consciente de inmediato de que ese mal paso, su primero durante unos Juegos en los que ha ganado ya tres medallas de oro, le impediría alcanzar lo más alto del podio por cuarta vez.
“Eso me costará cinco décimas”, dice Biles que pensó.
Y así fue. Sin embargo, puso buena cara.
“No estoy decepcionada por la medalla que recibí, porque a cualquiera le encantaría tener un bronce en los Juegos Olímpicos”, aseveró Biles. “Pero sí estoy decepcionada por la rutina que hice, y no por toda, sino por esa inclinación hacia adelante. El resto de la rutina fue buena”.
Biles obtuvo una nota de 14.733, mientras que Hernández se quedó con 15.333. Ninguna gimnasta en la historia ha conseguido cinco oros en los mismos Juegos Olímpicos.
“Ustedes querían esto más que yo”, indicó. “Sólo quiero ejecutar bien las rutinas que practico”.
Tendrá una oportunidad más hoy, en la final de piso, donde una victoria le permitiría unirse a Larisa Latynina, Vera Caslavska y Ecaterina Szabo como las únicas mujeres con cuatro títulos en la misma edición de los Juegos. Se trata de una proeza para una jovencita de 19 años de edad.
En los anillos, el triunfo fue para el griego Eleftherios Petrounias, mientras que el brasileño Arthur Zanetti recibió la plata y los vítores del público. Abliazin se quedó con el bronce.
El local era el campeón olímpico reinante, pero en esta ocasión se tuvo que conformar con la medalla del segundo lugar.
“¡Arthur, Arthur!”, gritaba emocionado el público, en una de las disciplinas de los Juegos Olímpicos que más gente reúne en las gradas. Brasil ha conseguido —hasta ahora— dos platas y un bronce en la gimnasia de Río, todas en la rama masculina.
“Me siento mucho más feliz que en Londres, por el hecho de que estoy compitiendo en casa”, dijo Zanetti. “Mis compañeros ya ganaron dos medallas y yo estoy agregando la tercera. Creo que la gimnasia va a ser más popular en Brasil”.
Zanetti fue el último en competir y al público que lo aclamaba en la Arena Olímpica se le pidió silencio para que no se escuchara ni un soplido mientras ejecutaba su ejercicio.
En la final de salto de caballo el oro fue para el norcoreano Ri Se Gwang con 15.691 puntos. La plata fue para el ruso Denis Abliazin (15.516), que repitió el color de Londres 2012. El japonés Enzo Shirai se quedó con el bronce.
