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Conseguir un boleto a Juegos Olímpicos, sin importar el deporte del que se hable es una de las tareas más complicadas para un atleta de alto rendimiento, pero hacerlo por primera vez marca el rumbo de la vida de quienes sacrifican familia, amigos, y cambian horas de entretenimiento por entrenamientos.
Río 2016 representa el sueño cristalizado de una saltadora mexicana que arriba a la justa por primera vez, misma a la que llega agradecida con quienes creyeron en ella, pero consciente del reto que carga.
Su nombre es Yvonne Treviño, y es la primera mujer mexicana en clasificar a la justa en salto de longitud; además, hay que decir que lo hizo imponiendo récord nacional.
Yvonne no esconde un secreto que bien podría parecer de auténtica historia de cine, pues es sobrina de la famosa Salma Hayek.
—¿Qué te impulsó a comenzar en salto de longitud?
—El motor de un deportista es su familia, ella es la que me ha impulsado y por ella estamos aquí.
—¿Cómo fue tu proceso?
—Fue difícil, el deportista pasa y yo creo que las personas pasamos por momentos críticos en donde irnos hacia atrás no es opción, y la única opción es seguir avanzando; el momento crítico para mí fue una historia en el campeonato nacional donde yo sabía que estaban las condiciones para que se diera la marca a JO, y en el quinto intento damos la clasificación con un salto de 6.70 y nos vamos a Juegos.
—Luis Rivera dejó un camino marcado en el salto…
—Luis, mi ex compañero de entrenamiento y yo, entre otras grandes saltadores que tenemos en México estamos buscando abrir camino en pruebas que no se habían visto antes; es un honor decir que mi equipo y yo somos los primeros en clasificar en la prueba de salto de longitud y, ¿de qué habla? De que en México estamos listos para abrir caminos en donde no hay.
—¿Para qué estás en Río?
—Para competir, y a dejar el corazón, la mente y el cuerpo en el foso de arena.