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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Río de Janeiro.— Misael Rodríguez festejó ayer y por partida doble. Y es que el púgil mexicano no sólo rompió con la sequía de 16 años sin medalla olímpica en su disciplina sino que además le dio a México su primer podio en los Juegos de Río de Janeiro 2016.
Aunque su presea aún no tiene color, el seleccionado aseguró al menos el bronce en la categoría de los 75 kilogramos. Un logro más que meritorio si se toma en cuenta que el último en meterse entre los primeros tres fue Christian Bejarano en la justa veraniega de Sidney 2000.
“Desde que empezó el torneo vengo enfocado en lo que quiero, con una meta fija. Esto no termina aquí, seguimos en la pelea. Gracias a Dios el boxeo, que tanto le ha dado a México salvó el día”, dijo el tricolor, quien venció en los cuartos de final al egipcio Hosam Hussein Addin.
Quien viera al oriundo de Chihuahua sonreír como ayer lo hizo ayer, no podría imaginar que hace apenas unos meses pidió dinero en las calles cercanas al Comité Olímpico Mexicano (COM) para poder asistir a un Campeonato Mundial clasificatorio para Río.
—¿Valió la pena la boteada?
—Vale la pena todo, cada hambreada, cada desvelada, cada viaje. Lograr una medalla es una bendición que muy pocos atletas en el mundo pueden tener.
Fue precisamente Bejarano quien le dio consejos a Rodríguez en su proceso de preparación.
“La verdad es que lo admiro bastante y mi entrenador Francisco Bonilla me dijo que le hiciera caso que él quería lo mejor para nosotros. Hoy es uno de los días más felices de mi vida. Le dedico mi medalla a todo el país y a la gente que nunca me dio la espalda”.
—¿Qué le dirías a los detractores en redes sociales?
—Tiene más sabor que toda la gente te critique y darles una palmadita en la espalda para que vean que sí se puede y que México es un gran país.
Misael pasó de todo antes de llegar a esta instancia.
Además de botear en las calles, el atleta tuvo que enfrentar la falta de apoyos para competencias internacionales; asimismo, entrenó en un gimnasio que no ha sido remodelado desde hace ya varios años.
El lugar continuamente sufre inundaciones en temporada de lluvias y en muchas ocasiones son los propios boxeadores los que han tenido que limpiarlo.
“Ya no quiero pensar en esas cosas, ahorita estoy muy feliz y le agradezco su respaldo tanto al Comité Olímpico Mexicano como a la Conade, mis pagos siempre han estado ahí”.
La medalla del púgil es la número 13 para el boxeo nacional.
El siguiente combate de Misael será ante el uzbeco Bektemir Melikuzie el jueves.