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Río de Janeiro.— Con el inicio de la segunda semana de competencias en los Juegos Olímpicos, México alimenta sus esperanzas de abrir la cosecha de medallas en Río.
Tras nueve días con más escándalos y pleitos entre dirigentes que buenos resultados, la delegación nacional le apuesta a sus últimas cartas fuertes: el taekwondo, la marcha, el triatlón y un par de pruebas en los saltos ornamentales.
Para Alfredo Castillo, director de la Conade y Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, los focos rojos no se han encendido. Lo cierto es que los atletas han quedado a deber en territorio carioca y son muy pocos los seleccionados que podrían salvar la participación tricolor en la edición XXXI de la justa veraniega.
El miércoles inicia la disputa por las preseas en el taekwondo, disciplina en la que al menos tres de sus exponentes tienen posibilidades reales de colarse en el podio.
Como sucede cada ciclo olímpico la doble medallista olímpica María Espinoza carga sobre sus hombros el peso de todo un país ávido de héroes olímpicos. Pero la sinaloense no tiene nada que demostrar y en reiteradas ocasiones ha declarado no sentir obligación por subir al podio por tercera vez consecutiva.
Las piernas alargadas del queretano Saúl Gutiérrez y un palmarés de peso en su currículum colocan al deportista como uno de los posibles salvadores. El taekwondoín llega a Río con un bronce logrado en la justa el orbe en 2015 y sendas medallas doradas en los Juegos Centroamericanos y Panamericanos.
A Carlos Navarro pocos lo consideran como un candidato a meterse entre los tres mejores; pero el jovencito es el único que en recientes días se comprometió a regresar con una presea. “Si no gano una medalla para mí será un fracaso”, comentó.
Tras la decepción en las pruebas sincronizadas, Iván García y Paola Espinosa se juegan su última carta en la plataforma individual, donde no son favoritos.
Crisanto Grajales es otro de los que podría dar la sorpresa. Con menos reflectores que el resto de las cartas fuertes, el triatleta buscará una histórica presea para su disciplina con el antecedente del cuarto lugar mundial conseguido a mediados de año.
Finalmente, Guadalupe González revive las esperanzas de romper la sequía de medallas en la caminata. El clima y la humedad, serán los obstáculos más complicados con los que se enfrentará.