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Río de Janeiro.— Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, asegura que el “bullying” que sufren los atletas tricolores en las redes sociales ha terminado por afectarles en su desempeño.
Hecho que le ha orillado a visitar a los deportistas en la Villa Olímpica para recomendar que “apaguen los teléfonos celulares, porque así se puede resolver el problema”.
La delegación nacional no suma medallas, luego de nueve días de competir en Río 2016. Entre la resignación y cierto optimismo, Padilla aún piensa que pueden caer las añoradas preseas en las siguientes jornadas. Le tiene fe a la taekwondoína, María del Rosario Espinoza, a los boxeadores y al triatleta, Crisanto Grajales.
“Es una semana complicada, pero los atletas han salido a dar su mayor y mejor esfuerzo. De ninguna manera quiere decir que es una delegación derrotada, sino al contrario. Estuve en la Villa y vi a los competidores que les falta todavía por salir a dar la cara por México”, analiza el dirigente.
Y lanza: “los veo con el ánimo muy en alto. Les pedí que no encendieran el teléfono, para evitar el ‘bullying’ que le están haciendo a nuestros atletas desde México”, denuncia.
Y agrega: “Todos vienen a competir, dieron las marcas internacionales, si las cosas no han salido, no es por los atletas. Las responsabilidades no es momento de hablar de ellas, pero estamos haciendo un balance para conocer realmente qué es lo que está pasando”.
Refuta a Castillo. Carlos Padilla rechaza que haya algún tipo de venganza por parte de los jueces como reclamó Alfredo Castillo, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
“No puede haber mala fe de quienes juzgan, están altamente calificados y son muy honorables en sus países, porque son abogados, arquitectos, etcétera. El deporte y el jueceo lo hacen por amor al deporte. Yo creo que hay una visión errónea, no hay tal venganza, lo de [FINA] se litiga en un juzgado”, revira.
Castillo expresó hace unos días en su cuenta de Twitter, que las malas calificaciones hacia los mexicanos en clavados eran por represalias por los 15 millones de dólares que pelea Conade.