Luego de 112 años, el golf tuvo un tranquilo y tenue regreso a los Juegos Olímpicos el jueves, con el brasileño Adilson Da Silva dando el primer golpe frente a un puñado de espectadores.
Bajo un cielo nublado y en condiciones ideales para puntuar, el primer tiro de Da Silva fue recibido con tímidos aplausos y el torbellino de centenares de cámaras de periodistas, que junto a las autoridades superaban en número a los espectadores.
A Da Silva lo siguió el canadiense Graham DeLaet, cuyo compatriota George Lyon ganó el último torneo olímpico de golf en 1904, mientras que el surcoreano An Byeong-hun completó el trío.
El torneo perdió gran parte de su prestigio después de que los cuatro jugadores golfistas del mundo según el ranking -el australiano Jason Day, los estadounidenses Dustin Johnson y Jordan Spieth y el norirlandés Rory McIlroy- optaran por no participar del evento argumentando preocupación por el virus del zika.
Cuatro rondas a lo largo de cuatro días en el recién construido circuito de la Reserva Natural de Marapendi determinará los ganadores de medallas, con 60 jugadores participando en la competencia masculina y el mismo número en el evento femenino que disputará la próxima semana.