Río de Janeiro.— Con tan sólo 18 años, el australiano Kyle Chalmers congeló la mirada de los amantes de la natación al conquistar la prueba reina (100 metros libres), en una competencia en la que extinguió hasta su última gota de energía para tocar el borde de la alberca por delante del belga Pieter Timmers y el estadounidense Nathan Adrian.
Chalmers paró el cronómetro en 47.58 segundos, mientras que Timmers lo hizo con 47.80 y cinco centésimas después el nadador de Estados Unidos. Adrian se sobrepuso a un mal desempeño en las eliminatorias y obtuvo una presea más para su país en el Centro Acuático María Lenk.
En sus primeros Juegos Olímpicos, Chalmers tuvo una espectacular reacción en los últimos 50 metros que encendió las tribunas para el “niño” que posee el récord juvenil en los 100 metros libres.
Antes de la prueba reina, la española Mireia Belmonte dio una muestra de pundonor al colgarse el oro en los 200 metros mariposa, para llenar de orgullo a su delegación.
Mireia ganó la segunda medalla de los Juegos de Río tras sumar otra de plata esta semana en los 400 estilos. Su presea de oro sirve de estímulo a un equipo español castigado estos días en demasía sin subir al podio. La nadadora ibérica cuenta en su historial con cuatro medallas, dos de ellas en Londres 2012. Belmonte llegó hoy a las 41 medallas en la alta competencia.
“He aprendido a jugar con la zona de confort. Esa zona que, en cuanto te alejas, descubres que puedes conseguir cosas que nunca hubieras imaginado. Fuera de ella es cuando surgen las cosas mágicas”, declaró Belmonte.
El kazajo Dmitriy Balandin realizó impresionante cierre para ganar la medalla de oro en los 200 metros pecho con tiempor de 2:07.46 minutos.