La mexicana Alexa Moreno quedó en el lugar 31 en el "all around" de gimnasia en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, su desempeño profesional no fue de lo que más se habló en las redes sociales, sino de su físico.
Alexa pasó por una serie de lesiones antes de la justa deportiva, pero aún así decidió competir en un disciplina que no es común en México.
Ser una atleta con nivel olímpico parece que no es suficiente para librar los estereotipos de género de la sociedad. Además de Alexa, otras deportistas han sido objeto de burlas, discriminación y hasta de pruebas para probar su feminidad.
Caster Semenya, una velocista sudafricana, levantó gran controversia por su aspecto varonil. Semenya ganó plata en Londres 2012, pero desde los campeonatos de 2009 se dudó de su género por la velocidad que alcanzaba.
En 2011 fue obligada a someterse a un test de género tras las denuncias de algunas de sus rivales y se reveló que sufría de una anomalía cromosómica, por lo que posee testículos internos masculinos y genitales externos femeninos. Semenya tiene permitido concursar con mujeres y se casó con su novia Violet Raseboya en 2015.
Jessamyn Stanley no es una atleta olímpica, pero es una deportista entregada de lleno al yoga. Sin embargo, sus kilos de más han provocado que la gente dude de sus habilidades.
Jessamyn tien un blog, da clases presenciales, online y a través de un canal de Youtube con lo que ha callado bocas sobre los esterotipos de un cuerpo saludable y feliz.