Más Información
Claudia Curiel designa a Fernanda Tapia como directora de Radio Educación; impulsan equidad de género
Cae “Burras Prietas”, líder de banda criminal dedicada al robo de autotransportes; rescatan a 5 migrantes
INE, sin recursos ni capacidad para elección judicial: magistrados y jueces del PJF; acusan “juego perverso”
Pleno del INE defenderá presupuesto solicitado para elección judicial; acudirá a San Lázaro el próximo jueves
Gobierno federal firma convenio con Fundación Teletón; destinará 900 mdp en 2025 para rehabilitación de personas con discapacidad
adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Su clasificación a los Juegos Olímpicos de Río fue histórica. El 21 de febrero pasado Tania Arrayales, Julieta Toledo, Paola Pliego y Úrsula González lograron para México una inesperada plaza en sable por equipos, lo que atrajo los reflectores mediáticos hacia una disciplina poco conocida en el país.
Pero lograr el boleto a la justa veraniega no es motivo suficiente de festejo para las esgrimistas, quienes tienen un as bajo la manga para su competencia en Río: su juventud
“Tener pocos años es una de nuestras mejores armas. Al ser un equipo tan joven muchos adversarios no conocen nuestra forma de combatir y ese es un plus para nosotras. En cambio, nosotras conocemos muy bien a las rivales a las que nos enfrentaremos, las estudiamos todos los días en videos”, explicó Pliego, de 21 años.
Las modernas mosqueteras aseguran que aunque apenas superan las dos décadas, tienen grandes fortalezas para pelear al parejo con las grandes potencias.
“Muchos piensan que tenemos pocas oportunidades de sobresalir. Lo que no saben es que somos un equipo muy bien consolidado y principalmente unido. Nos hemos trazado la meta de entregarnos al cien por ciento y ser el país que dé la sorpresa en los Juegos”, compartió Tania Arrayales, una de las más destacadas del equipo, pues actualmente es la número uno del ranking mundial juvenil.
Úrsula, la única de las cuatro con experiencia en justas veraniegas (Londres 2012), pidió reconocer el esfuerzo de sus compañeras.
“En este deporte hay muchas potencias como las rusas, italianas y ucranianas por lo que debemos sentirnos muy afortunadas de habernos clasificado a Río. Hay equipos que están entre los 16 mejores del mundo que no lograron un boleto. Es un paso adelante para nuestra disciplina”, dijo.
Para llegar en óptimas condiciones a Río, las seleccionadas compitieron hasta dos veces al mes en Asia y Europa, lo que les ayudó a mejorar su técnica.
“Se pueden notar los resultados porque hemos conseguido medallas a nivel panamericano y mundial. Eso demuestra que todo el trabajo ha rendido buenos frutos”, compartió Toledo.
Pieza fundamental en el equipo es el entrenador José Luis Álvarez, quien mantiene actualizadas a las competidoras mexicanas.
“Él nos ha ayudado muchísimo, la esgrima es una disciplina en la que cambian mucho las reglas y por eso necesitamos a alguien que esté a la vanguardia y pueda decirnos lo que está bien y lo que está mal en nuestra técnica”, dijo Pliego.
Rusas, italianas y ucranianas serán las principales rivales del equipo tricolor en los Juegos. Y aunque ocupan los primeros lugares en la clasificación mundial, las mexi-canas aseguran que no son imposibles de vencer.
“Estamos conscientes de que son las mejores, pero es en dichos enfrentamientos cuando podemos sacar nuestras mejores armas. Medirnos ante los top ten provocará que nos ganemos el respeto internacional y nos consideren como rivales de cuidado”, dijo Arrayales.
Las sablistas tendrán competencias previas a Río como la Copa del Mundo en China y dos ediciones del Grand Prix en Rusia y Seúl junto con el Campeonato Panamericano.