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A la distancia, la entrenadora nacional Adriana Loftus observa. No puede negar el orgullo que le produce contemplar las casi perfectas rutinas ejecutadas por sus alumnas más avanzadas Nuria Diosdado y Karem Achach, flamante dueto que representará a México en los Juegos Olímpicos de Río.
Es el premio al esfuerzo, el resultado de horas en la alberca; la recompensa al trabajo arduo que hoy tiene al nado sincronizado nacional entre los mejores del mundo.
“Lo que hemos vivido los últimos años es un enorme crecimiento en nuestra disciplina; del ciclo pasado a éste es otro nivel el que tenemos, hoy por hoy podemos competir a la altura de las mejores”, revela Nuria, atleta jalisciense que vivirá su segunda justa veraniega.
Falta un mes para la participación de las ondinas en el Centro Acuático Maria Lenk el 16 de agosto. Y las mexicanas alistan una rutina con la que pretenden sorprender a los jueces más exigentes.
“Con los buenos resultados que obtuvimos en Europa hace unos meses muchos equipos voltearon a vernos y se dieron cuenta que las mexicanas vamos a ser unas complicadas rivales en Río. Es un orgullo que ahora tengamos mucho más respeto”, añade Diosdado.
Karem vivirá sus primeros Juegos en Brasil por lo que disfruta cada entrenamiento previo al mayor reto de su carrera. La oriunda de Yucatán tiene una comunicación perfecta con Nuria, por lo que anticipa una actuación histórica.
“Además de alcanzar una final para nuestro país , también espero que se abra la brecha para que to-das las generaciones sigan preparándose y que se hable mucho del nado sincronizado”.
Achach adelanta que la música que presentarán en Río será dramática y los trajes, espectaculares.
“Van a ser muy bonitos, diseñados con cristales swarovski que los harán aún más especiales para la gran ocasión. La verdad queremos dejar una grata impresión del equipo mexicano en los Juegos, tanto en lo técnico como en nuestra vestimenta”.
Loftus no se cansa de mirar a sus alumnas. Corrige una y otra vez detalles que las aproximan a la perfección. El gran día está cerca y no quiere fallar en ningún detalle.
“Estas chicas han trabajado mucho, están comprometidas en lo que hacen y totalmente concentradas en llegar a Río en la mejor forma posible. Estoy muy orgullosa de lo mucho que han crecido y también de las intenciones que tienen de dejar una escuela para las nuevas generaciones. Contamos con tecnología de primer nivel que respalda nuestro entrenamiento, así que no hay pretexto para no tener una buena actuación”, comenta.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, México terminó en el sitio 16 y en Beijing 2008 en el 19 . La última vez que México finalizó entre los mejores 10 en Olímpicos fue en Sydney 2000, cuando las hermanas Erika y Lilián Leal se ubicaron en la novena posición.