Las autoridades brasileñas desarticularon una red de revendedores de entradas para los Juegos Olímpicos de agosto próximo en Río de Janeiro, que llegaba a comerciar las entradas por hasta ocho veces su valor y que actuaba en cinco estados del país, según informaron hoy medios locales.
La Policía ha detenido hasta el momento a 27 personas mientras que cerca de otras 50 aún son investigadas en el marco de una operación que ha tenido lugar en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Ceará, Paraná y Río Grande do Norte, de acuerdo con la televisión Globo.
La investigación, coordinada por oficiales de la Comisaría del Consumidor de la Policía Civil de Río de Janeiro, fue abierta al detectarse que algunas personas habían adquirido un elevado número de entradas para diversos eventos de gran demanda, como las finales de las competiciones de fútbol y voleibol o la ceremonia inaugural de los Juegos.
Los cerca de 2.000 ingresos adquiridos por los investigados han sido bloqueados por las autoridades en colaboración con el Comité Organizador Río 2016.
La red operaba comprando las entradas a través de los canales oficiales con la intención de revenderlos posteriormente a través de diversas redes sociales, para lo que se valían de numerosos perfiles falsos creados para este propósito.
Cerca de la mitad de las 7,5 millones de entradas tienen un precio que oscila entre 40 y 70 reales (de 11 a 19 dólares) y las más caras ascienden a 1.200 reales (unos 327 dólares) en los asientos preferentes de las finales de baloncesto, voleibol, voleibol playa y atletismo.