Luego de la goleada de la Selección mayor 7-0 ante Chile, la última esperanza del verano para los combinados nacionales es que la Sub-23 consiga una medalla en los Juegos Olímpicos. De no lograrlo, los equipos mexicanos habrán fracasado.

Pero los jugadores que integran el cuadro verde que jugará en Río 2016, tratan de blindarse con la presión que les genere rescatar el año para los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).

“Sí nos duele lo que pasó con los mayores. Al final es el equipo que todos apoyamos, pero no creo que haya más presión hacia nosotros. Creo que presión siempre hay”, considera Víctor Guzmán, mediocampista del Pachuca.

“Lo que pasó con la Selección mayor lo tomamos como ejemplo, hay que tratar de que acá no se repita, tomar lo más positivo. Acá vamos como los campeones, pero si dentro de la cancha, no hacemos valer la jerarquía, de nada va a servir”, expresa el delantero del Dynamo de Houston, Érick Torres.

Alfonso González, volante recién adquirido por los Tigres, busca que México cambie el rostro que dejó la Selección absoluta.

Plantea ir por la conquista de la medalla de oro para que el balompié nacional recupere la sonrisa.

“La vara está alta, pero el compromiso lo tenemos que asumir y creo que el equipo tiene la capacidad de hacer unos buenos Juegos Olímpicos: estamos para ganar el título”, añade “Ponchito”.

Hay que crecer con eso. Rául Gutiérrez, técnico de la Selección Olímpica, pretende que la eliminación que vivió México en la Copa América le sirva al balompié nacional para evaluar qué se hizo mal y, a partir de ahí, evolucione.

“Siempre estamos pretendiendo que le vaya muy bien a la absoluta, ahora que no fue así, lo único que queda es hacer un análisis, aprender por qué sucedieron las cosas y crecer con eso, no somos alguien para juzgar, y esa Selección y Juan Carlos Osorio no dejan de ser buenos jugadores o técnico por un partido, más allá de cómo fue“, argumenta el “Potro”.

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