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El luchador Roman Reigns fue suspendido 30 días por la empresa WWE (World Wrestling Entertainment), por lo que su participación en el pago por evento de Battleground, del 24 de julio, estará en duda.
La empresa estadounidense dio a conocer que Reigns deberá cumplir su castigo con efecto inmediato, “por su primera violación a la política de bienestar de talento de la compañía”, sin especificar la causa que los llevó a tomar esa decisión.
El gladiador, quien apenas el domingo perdió el título de peso completo de WWE, se perfilaba ya a una “triple amenaza” con el monarca Dean Ambrose y Seth Rollins, en el turno estelar de Battleground.
El próximo 24 de julio se realizaría dicho combate, apenas tres días después de que culmine el castigo para el “Imperio romano”, por lo que está en duda su participación.
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