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Oakland.— Cleveland hace realidad su sueño más anhelado y la ciudad no duerme, y probablemente no lo hará por mucho tiempo ya que quiere festejar que los años de sequía y malas noticias deportivas han terminando. Los Cavaliers consiguieron su primer campeonato de la NBA al derrotar 93-89 a los Warriors de Golden State en el séptimo encuentro de las Finales.
Por primera vez en la historia, un conjunto que se encontraba 1-3 abajo en la serie, remontó para conseguir el trofeo Larry O’Brien. Y los Cavaliers lo lograron con el hijo pródigo: LeBron James regresó a la quinteta de Cleveland para romper el ayuno que tenía la ciudad de 52 años sin un campeonato.
James debutó en la NBA con el jersey de los Cavs el 29 de octubre de 2003 y tras su paso por el Heat de Miami volvió a casa. “El Rey” terminó la noche como el mejor anotador de su equipo con 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias.
“Por eso regresé a casa [campeonato]. Todo lo que hicimos en la temporada es por lo que nos preparamos y luchamos. No hay otro equipo que se merezca más este campeonato que nosotros. Yo quiero regresar a nuestra ciudad y festejar con todos los aficionados que son los más fieles”, declaró LeBron James quien por tercera ocasión fue nombrado el Jugador Más Valioso de las Finales.
LeBron James también logró dos títulos de la NBA con el Heat de Miami en cuatro Finales que disputó,
Pero no lo hizo sólo. Cuando el marcador se encontraba empatado 89-89 con menos de un minuto por jugar, Kyrie Irving tomó el balón y detrás de la línea de triple disparó para encestar la canasta que le dio el campeonato a los Cavaliers que fueron fundados en 1967.
Es una serie final que será recordada por generaciones. Más pareja, imposible, luego de que ambos equipos llegaron con idéntica cantidad de puntos (610), con 1:19 por jugar estaban empatados a 89.
Parecía que las piernas de James respondían poco en la última parte, cuando entre los minutos cuatro y uno por disputarse falló cuatro tiros consecutivos abajo del aro.
Del otro lado, Draymond Green batallando contra todo y todos. Sus 32 puntos, que incluyeron seis triples fueron los que mantuvieron en pie las esperanzas de bicampeonato de una arena completa que vibró con un partido que desde ya tiene el calificativo de clásico.
Los Warriors quedarán en la historia como el conjunto que más victorias consiguieron en la temporada (73), superando a los Bulls de Chicago de 1995. Sin embargo, la diferencia es que los comandados por Michael Jordan sí se coronaron.
Stephen Curry nunca fue el mismo de las rondas anteriores y la temporada regular en la serie final. En el partido decisivo logró 17 puntos, pero sólo cuatro triples, tras fallar varios descubierto por completo.
Igual le sucedió a Klay Thompson, quien sólo marcó dos desde afuera del arco entre sus 17 puntos.
Desde anoche y hasta que ya no les queden energías, los habitantes de Cleveland festejan el campeonato que ayer LeBron James y los Cavaliers consiguieron.