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Guadalajara.— Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro serán la prueba de fuego para los clavadistas mexicanos Iván García y Germán Sánchez, quienes en Londres 2012 fueron catalogados como la “dupla maravilla” tras llevarse la presea argenta en plataforma sincronizada.
Cuatro años después los tapatíos llegan a tierras brasileñas sin ser favoritos, tras pasar varios meses sin competir juntos por una lesión de Sánchez; sin embargo, las aspiraciones de la pareja son las más altas: van por el oro.
“La plata ya la tenemos, sería poco ambicioso decir que queremos repetir ese metal, vamos por el primer lugar”, dijo Iván.
Los meses separados por la operación en el hombro derecho de Germán fueron de preocupación para ambos. Confiesa Iván que nunca se sintió a gusto con nadie mientras su compañero se encontraba en rehabilitación.
“Pasamos un proceso muy intenso y difícil; la verdad, aunque daba lo mejor de mí cuando competía con otros compañeros, no me sentía tan acoplado como con Germán. Afortunadamente logró recuperarse con mucho esfuerzo y ya vamos por nuestros segundos Juegos y si Dios quiere nuestra segunda medalla. Le agradezco mucho que haya puesto tanto empeño en su regreso”.
Aunque García y Sánchez son respetados a nivel internacional, saben que en cualquier momento un nueva pareja podría desbancarlos, por lo que se mantienen centrados.
“No somos conformistas y nunca nos damos por vencidos. Además tenemos un entrenador, una familia y un equipo que se encargan de recordarnos que siempre hay algo más que alcanzar”.
El ‘Pollo’ no va sólo por una presea; buscará otra en individual.
“Sería algo fabuloso conseguirlo, aunque nada sencillo, porque la plataforma es de las especialidades con mayor grado de competitividad. Lo que me va a hacer ganar o perder es el entrenamiento que tenga y voy por buen camino”.
Germán, quien se perdió los Panamericanos de Toronto 2015 por lesión, mantuvo los Olímpicos como su meta. “Una de las cosas más importantes que me inculcó mi familia es nunca claudicar; por eso siempre conservé la motivación a pesar de que tuve que parar los entrenamientos durante algunas semanas”, compartió Sánchez.
Las personalidades de “Pollo” y “Duva” son distintas; a Iván le gusta la fama y Germán es más serio.
Pero en la piscina desaparecen todas las diferencias; la comunicación es perfecta y la sincronía, total.
“Somos como hermanos; nos admiramos y respetamos; ese es un factor fundamental para el éxito. Ser tan diferentes ha sido fundamental en nuestro desarrollo porque él me aporta lo que no tengo y viceversa. Iván es muy intrépido, no piensa las cosas; yo analizo más todo. Al momento de hacernos ver fuertes él llega, y cuando tenemos que estar más calmados es cuando yo intervengo”, añadió el “Duva”.
La pareja aún no está al cien por ciento físicamente, pero está cerca. Restan algunas semanas para conseguir su mejor forma deportiva.
“Todavía no estamos completamente bien porque nos encontramos en un proceso que termina en Juegos Olímpicos. Conforme avancen las semanas vamos a mejorar nuestra forma competitiva. Todos los días tenemos la oportunidad de vencernos a nosotros mismos y estoy seguro de que a Río llegaremos en nuestro mejor momento”.