La llama olímpica ya está en Brasil. Encendida por la presidenta Dilma Rousseff en Brasilia, la antorcha comenzó su recorrido por el país anfitrión de los primeros Juegos en Sudamérica de la historia, que serán inaugurados el 5 de agosto en Río de Janeiro.
En el discurso que pronunció al momento de encender la llama simbólica, Rousseff dijo que Brasil está listo para realizar “la edición más exitosa de los Juegos Olímpicos.
“Los ojos del mundo estarán volcados a Brasil. Estamos preparados para atender elevadas expectativas durante los Juegos”, añadió la mandataria, quien probablemente no esté en ejercicio en la ceremonia de apertura en el estadio Maracaná.
El Senado votará el próximo 11 de mayo si abre o no un juicio político en su contra. Si lo hace, como todo indica que ocurrirá, la mandataria será alejada del cargo por un plazo máximo de 180 días, durante los cuales asumirá el Gobierno en forma interina el vicepresidente Michel Temer.
La presidente consideró, no obstante, que pese a la inestabilidad política los brasileños serán capaces de vivir los Juegos con armonía porque el Gobierno “creó condiciones para eso”.
“Sabemos que lo que vale es la lucha. Y nosotros sabemos luchar. Somos todos olímpicos”, exclamó.
Rousseff se refirió en su discurso al tema de la seguridad durante el evento, que culminará el 21 de agosto. Dijo que el país garantizará la seguridad de atletas, delegaciones y turistas.
“Invertimos mucho en inteligencia, incluso firmando acuerdos y compartiendo informaciones con agencias internacionales [de inteligencia]”, afirmó.
“Aseguro que Brasil está plenamente preparado para proporcionar protección a los atletas y a los jefes de Estado”, añadió.